Ernest Maragall pide por carta a Borrell que condene el espionaje político

Barcelona, 4 ago (EFE).- El diputado y presidente del grupo de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, ha pedido por carta al Alto Representantes de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que condene el espionaje a líderes políticos y actúe en defensa de los afectados.

En la carta que Ernest Maragall ha remitido a Borrell, y cuyo texto ha sido facilitado por ERC, se asegura que tanto el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, como él mismo, fueron sometidos a espionaje a través de sus teléfonos móviles entre abril y mayo de 2019, y que el software espía utilizado únicamente se vende a los gobiernos.

Maragall, que también ha enviado una comunicación referida a esta misma cuestión al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y a los líderes del grupo de la Alianza Verde Europea, Philippe Lamberts y Ska Keller, explica a Borrell cómo tuvo conocimiento de que había sido espiado, a partir de una información publicada por dos diarios, The Guardian y El País.

Reclama, en este sentido, a Borrell, como máximo representante de la UE en políticas de seguridad y como exministro de Asuntos Exteriores de España en aquel período, que “se pronuncie sobre este episodio oscuro de la democracia española, y que condene de forma pública y rotunda el espionaje a líderes políticos”.

Según el mismo diputado y concejal de ERC, esta práctica “es intolerable en cualquier Estado de derecho” y se suma a “una estrategia persecutoria que pude constatar de primera mano en el ejercicio de mi responsabilidad institucional” como exconseller de Acción Exterior de la Generalitat.

Se pregunta, en consecuencia, sí es posible que el Gobierno español en aquel momento, “no sólo quisiera cerrar delegaciones” exteriores de la Generalitat, sino que también quisiera “espiar sistemáticamente” a los gobernantes catalanes.

En la carta de Maragall a Borrell, el político republicano puntualiza que “esto no va de mí ni de usted, va de un proyecto político que es legítimo y de un Estado que vulnera principios básicos explícitamente conocidos en la Carta Europea”.

Por ello, Ernest Maragall concluye: “Mientras la calidad de la democracia española continua cayendo, la única respuesta admisible por parte de aquellos que se consideren demócratas debería ser abrir una investigación y llegar hasta el final”.