España protestó por las palabras de Von der Leyen sobre las reservas de verano y espera salvar la temporada

El Gobierno español expresó su malestar por las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llamando a no hacer planes para el verano, porque considera que fue una advertencia prematura y que aún es posible que la mayoría de las empresas puedan salvar la temporada de verano.

Según han informado fuentes diplomáticas, el descontento español se expresó en la última reunión de Comité de Representantes Permanentes (Coreper, que reúne a los embajadores ante la UE).

La tesis española es que aún no se sabe cómo evolucionará la lucha contra el Covid-19 y que, si para finales de mayo se ha conseguido el resultado satisfactorio que se espera, aún será posible permitir una temporada turística, aunque sea modesta.

Para salvar la temporada, el Gobierno espera que, aparte del turismo nacional, para entonces haya una decisión coordinada europea que permita un tráfico relativamente fluido por las fronteras interiores dentro de tres o cuatro meses.

Ese planteamiento, según estas fuentes, lo comparten también los Gobiernos de Francia y Portugal, con quien España tiene fronteras terrestres. Los tres países quieren rebajar los controles de fronteras internos cuanto antes siempre que la situación de salud lo permita, y para eso asumen que es importante coordinar sus respectivos planes de desconfinamiento, a medida que se vaya doblando la curva.

La futura relajación de las medidas contra el virus, así como la respuesta a la pandemia, estarán sobre la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE del próximo 23 de abril. De entrada, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dará su apoyo a la propuesta europea para la 'desescalada', consciente de que el ejercicio será complejo.

Para preparar la Cumbre, el secretario de Estado para la UE, Juan González-Barba, ha mantenido este viernes una videoconferencia simultánea con sus homólogas de Francia y de Portugal, y el lunes lo hará con su colega alemán.

En estas conversaciones, el Gobierno español ha empezado a dar a conocer la propuesta española: diseñar 'stress tests' para el sistema sanitario, a imagen de los que se crearon para la banca después de la crisis de 2008.

Se trata de comprobar si los sistemas sanitarios europeos tienen herramientas suficientes ante otra eventual pandemia, en cuatro capítulos: el farmacéutico, el de infraestructuras, el de personal sanitario y el de las instituciones de protección social (como residencias de mayores). De momento, dicen las fuentes, la acogida ha sido positiva.

De cara a la futura relajación de las medidas de confinamiento, el Ministerio de Exteriores también está activo haciendo seguimiento de las medidas que están tomando otros países, europeos y asiáticos, y conversando con organizaciones internacionales.

RETRASO EN CONVERSACIONES SOBRE GIBRALTAR

Aparte del Covid-19, el Consejo Europeo tiene otros asuntos sobre la mesa, entre ellas la negociación del Brexit, una vez que Reino Unido ha reafirmado que no pedirá una extensión del periodo transitorio y la relación futura deberá estar acordada este mismo año.

La pandemia ha afectado también al calendario que el Gobierno español tenía previsto para las negociaciones sobre Gibraltar. Su plan inicial era celebrar una primera ronda después de Semana Santa, pero ahora se trabaja con la intención de hacerla la primera quincena de mayo.

La epidemia de Covid-19 imprime una nueva importancia a discusiones que llevan tiempo sobre la mesa, como la Conferencia sobre el Futuro de Europa para definir cómo quiere ser la UE y qué papel quiere tener, el Pacto Verde propuesto por la Comisión Europea o la Agenda Digital.

En este último ámbito, por ejemplo, la UE ha creado un grupo de trabajo para definir estándares para soluciones tecnológicas que permitan hacer un registro y seguimiento de casos. Ahora, la futura presidencia portuguesa, que comenzará el 1 de enero de 2021, quiere poner el llamado 'pilar social' de la UE en pie de igualdad con el Pacto Verde y la Agenda Digital.

La política industrial o la política agrícola serán también objeto de discusión, ahora que la pandemia ha puesto de manifiesto su carácter estratégico para garantizar el abastecimiento.