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El fiscal del caso de espionaje que afecta al PNV denuncia una presión “insufrible”

Igor Marín / Igor Marín / Agencias

El juicio por presunto espionaje a un ex alto cargo del PNV de Álava, Aitor Tellería, y dos ertzainas comenzó ayer en Vitoria con una exposición contundente del fiscal jefe de este territorio, Josu Izagirre, quien denunció que durante la instrucción del caso “la presión era absolutamente insufrible”. Izagirre señaló que “desde los ámbitos del poder” se había intentando “bombardear por tierra, mar y aire” la instrucción y que un ejemplo de las presiones fueron las denuncias contra ocho periodistas que informaron sobre el caso cuando éste estaba en instrucción, en lo que el fiscal consideró “el mayor atentado contra la libertad de prensa en los últimos 40 años”.

Aitor Tellería, el primer acusado en declarar, aseguró que la información encontrada en su ordenador, seis documentos con datos de algunos políticos y empresarios alaveses, eran “alcahueterías, cotilleos y perogrulladas” y que se trataba de anónimos que “también llegaban a los periódicos o a otros partidos”. Por su parte, los dos ertzainas acusados han negado haber transmitido información confidencial sobre personajes de la vida pública del territorio al exdirigente del PNV. Además, ambos han asegurado que, en el momento de los hechos, ni siquiera sabían quiénes eran buena parte de las personas supuestamente investigadas, a pesar de que muchos de ellos tuvieran una gran proyección pública como el entonces teniente de alcalde Juan Carlos Alonso o el secretario general de los socialistas alaveses Txarli Prieto.

Ambos ertzainas, que en el momento de los hechos investigados trabajaban en la Unidad de Información y Análisis (UIA) de la Policía autonómica, dedicada a la investigación antiterrorista, se enfrentan, junto al propio Telleria, a una petición de cuatro años de cárcel y a una indemnización de 342.000 euros a los afectados por un presunto delito continuado de revelación de secretos.

Hoy empieza la declaración de testigos con la asistencia de Alfredo De Miguel, político nacionalista investigado en el caso que lleva su nombre, y los socialistas Txarli Prieto y Juan Carlos Alonso.

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