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Extremadura, una comunidad aislada por otras que afronta una dura ola epidémica

Extremadura, una comunidad aislada por otras que afronta una dura ola epidémica
Mérida —

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Mérida, 29 oct (EFE).- Aunque Extremadura se resiste de momento al aislamiento perimetral de su territorio, medida que sí ha adoptado en 18 localidades en la última semana, el cierre anunciado por los gobiernos de sus tres comunidades limítrofes la deja aislada cuando la segunda ola de la pandemia está dejando elevadas cifras de contagios diarios.

Después de que los Ejecutivos de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía anunciaran este miércoles que decretarán el confinamiento perimetral de sus territorios hasta el próximo 9 de noviembre para prevenir la expansión de los contagios, la ciudadanía extremeña se queda sin posibilidad de salir fuera de su región.

La vecina Portugal tampoco es una posibilidad, pues los ciudadanos no residentes en este país sólo pueden moverse entre municipios si es por motivos laborales, de estudio o por atención sanitaria.

El Gobierno extremeño tiene ahora la opción de tomar la misma medida, aunque no es partidario de adoptarla, tal como en estos días ha manifestado el propio presidente, Guillermo Fernández Vara, y el consejero de sanidad, José María Vergeles.

“Necesitamos a la Guardia Civil y a las Policías nacional y locales pendientes de la movilidad de las personas y no de los coches”, ha escrito Vara en Twitter. Por su parte, Vergeles sostiene que los aislamientos perimetrales han funcionado en pequeños municipios.

De hecho, en los últimos diez días el Ejecutivo extremeño ha decretado el cierre de 18 municipios, muchos de ellos en el norte de la provincia de Cáceres, pero también en localidades algo más grandes como Almendralejo.

De momento, el Consejo de Gobierno extremeño se reunirá este viernes en sesión extraordinaria para “adoptar medidas en grandes núcleos poblacionales”, tal como adelanto el consejero de Sanidad

Los cierres perimetrales en localidades pequeñas, sumados al incremento de las restricciones de aforo en la hostelería en más de una veintena de municipios, afectan a la economía extremeña, más todavía aún en unas fechas, como las del Puente de Todos los Santos, donde el turismo rural juega cada año un papel muy importante.

La mayoría de estas medidas han sido adoptadas en los últimos diez días, después de que Salud Pública advirtiera del elevado incremento diario de positivos en muchas localidades, entre ellas la propia capital extremeña, los brotes surgidos en residencias de mayores y el ascenso del incidencia acumulada.

En menos de una semana, Extremadura ha batido sus récords de contagiados en un solo día, con jornadas por encima de los 500 casos confirmados, y suma 28 fallecidos en la última semana, de los que 10 se produjeron en solo 24 horas.

A ello se suma el incremento de ingresos hospitalarios, con 300 personas actualmente atendidas, lo que ha obligado a la Consejería de Sanidad a reorganizar la actividad asistencial en distintas áreas y hospitales, como reducciones de la actividad quirúrgica programada y la apertura de una segunda UCI en Mérida y Plasencia (Cáceres).

No obstante, el porcentaje extremeño de camas UCI ocupadas por pacientes con coronavirus es de un 18,26 %, casi siete puntos porcentuales por debajo de la media nacional.

La incidencia en los últimos catorce días, en los que se han registrado 5.061 pacientes diagnosticados, es de 474,01 casos por cada 100.000 habitantes, algo por encima de la media nacional.

Sin embargo, ciudades grandes como Mérida y Jerez de los Caballeros sobrepasan los 600 casos en la incidencia acumulada de los últimos siete días, y municipios más pequeños como Arroyo de la Luz, con 5.800 habitantes, Hervás (4.050 vecinos) o Alcúescar, con 2.600 residentes, rondan los 1.700 casos.

El propio Ejecutivo extremeño ha reconocido de que se viven “tiempos muy duros en la onda epidémica”, que desde el inicio de la pandemia se ha cobrado la vida de 714 personas en la región.

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