Feijóo apunta a una bajada en las personas que se pueden reunir en exteriores

Santiago de Compostela, 13 jul (EFE).- El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha mostrado su convencimiento este martes de que el comité clínico que asesora al Gobierno gallego optará por reducir el número de personas que se pueden reunir en exteriores, actualmente fijado en quince personas en terrazas.

Tras participar en un acto de economía social, antes de la reunión del comité clínico de esta tarde, Núñez Feijóo ha explicado que hay que “reajustar la fórmula” para tomar nuevas medidas, ya que no se puede comparar la situación actual con las anteriores, cuando no había vacunas.

De este modo ha destacado que en la actualidad ingresan en los hospitales en torno al 1 % de las personas infectadas, cuando anteriormente eran el 5 %, y que en las unidades de críticos tienen que ser tratados el 0,1 o el 0,2 % de los ingresados, cuando antes eran casi diez veces más.

En cualquier caso, ha advertido de que si durante varias jornadas más continúan los 500, 600 o 700 contagios diarios que se están produciendo en los últimos días no se puede descartar que “en las próximas semanas” haya que tomar nuevas medidas que puedan “afectar a derechos y libertades”.

Núñez Feijóo ha destacado, además, que la situación de Galicia es “comparativamente mucho mejor” que la de la media de España, lo que no quiere decir que no haya “ocupación y preocupación” por la evolución de los contagios.

En declaraciones a los medios, el presidente gallego ha pedido “contextualizar” la situación actual con los nuevos datos de ingresos en uci y en hospital, y ha abundado en que más del 80 % de la población gallega de más de 40 años tiene al menos una dosis de las diferentes vacunas.

En cualquier caso, el titular de la Xunta ha descartado en este momento la implantación de nuevo del toque de queda y ha apuntado a medidas como la limitación de aforos en interiores como posibles nuevas medidas en caso de empeorar la situación.

También ha aprovechado para mostrar su preocupación por la baja participación en los cribados de las personas más jóvenes y ha considerado que si no acuden es porque pueden tener síntomas, por lo que tendrían miedo a tener que realizar una cuarentena en caso de ser diagnosticados, por lo que podrían estar “contagiando a los demás, un acto de una enorme insolidaridad con la comunidad de una enorme irresponsabilidad”.