Las fuerzas iraquíes hallan una “cárcel” en una base aérea arrebatada al EI en Irak

Las fuerzas de seguridad iraquíes encontraron hoy una “cárcel” subterránea con más de 30 presos en la base aérea de Al Qayara, en el norte de Irak, que el ejército iraquí arrebató al grupo terrorista Estado Islámico (EI) el pasado sábado.

El miembro del consejo de la provincia septentrional de Nínive, Ali Jodeir, oriundo de la zona de Al Qayara, informó a Efe de que efectivos antiterroristas hallaron los calabozos en un sótano y liberaron a 33 personas.

Entre los presos hay un responsable local que fue apresado por los combatientes del EI hace más de dos años y seis miembros del grupo terrorista que supuestamente fueron encerrados como castigo por su negligencia en los combates y que fueron trasladados a Bagdad para ser sometidos a interrogatorios.

El Ejército iraquí recuperó el control de la estratégica base aérea de Al Qayara, cincuenta kilómetros al sur de Mosul, capital de Nínive y principal feudo de los yihadistas en el norte de Irak.

La base es de las más importantes del país y de las más grandes de Oriente Medio, con treinta kilómetros cuadrados de superficie.

Está ubicada a veinte kilómetros al sur de la población de Al Qayara y quince kilómetros al oeste del río Tigris, cuya orilla oriental está dominada por las tropas gubernamentales.

Su control es clave para la ofensiva que están librando las fuerzas iraquíes contra el EI en la provincia de Nínive y cuyo objetivo último es recuperar Mosul.

Las Fuerzas Armadas iraquíes comenzaron la campaña para arrebatar el control de Nínive al EI el 24 de marzo pasado, con el apoyo de las fuerzas kurdas “peshmergas”, la milicia árabe suní Multitud de los Clanes, y la cobertura aérea de la coalición internacional.

La importancia de la base de Al Qayara se remonta a la guerra entre Irak e Irán en la década de los 80, cuando fue utilizada como plataforma para los aviones Mirage iraquíes. En aquel entonces se llamaba base Sadam por el presidente del país, Sadam Husein.