La futura seguridad de Chipre es la llave en la negociación para la reunificación de la isla

Las garantías que se ofrecerán a Chipre para salvaguardar su seguridad constituyen la principal llave para el éxito de las negociaciones de reunificación de la isla, dijo hoy el enviado especial de la ONU para Chipre, Espen Barth Eide.

“Es importante entender que la seguridad se refiere a varias cosas, como el sentimiento de seguridad que los turcochipriotas y los grecochipriotas necesitan tener, y no solo a cuestiones militares”, dijo Eide en una comparecencia ante la prensa.

Reveló que de los seis capítulos que constan las negociaciones, en cinco se está cerca de conclusiones finales, “pero hay asuntos que sólo podrán concluirse cuando se cierre el de las garantías de seguridad”.

Cualquier solución deberá pasar por la aprobación del Reino Unido, Turquía y Grecia, que firmaron en 1960 un tratado que los convirtió en garantes de la seguridad e independencia de la isla y les da derecho a intervenir militarmente en ella para restablecer el orden constitucional.

Turquía invadió la parte norte en 1974, al ver amenazada a la minoría turcochipriota tras el golpe de Estado auspiciado por la junta de coroneles de Grecia.

“Para abolir ese sistema (de los garantes) o cambiarlo se requiere de su consentimiento”, enfatizó Eide, quien aclaró que los tres países participan en las negociaciones exclusivamente en el capítulo relativo a la seguridad.

Los ministros de Exteriores de los tres países participaron ayer en una conferencia diplomática que se reanudará en Ginebra el próximo día 18, ya al nivel de viceministros, para formular propuestas que permitan resolver los desacuerdos sobre seguridad.

Si se consigue, Eide volverá a convocar la conferencia a un nivel político más elevado, sea de ministros de Exteriores o de jefes de Estado.

Otra cuestión clave para un acuerdo -explicó el enviado de la ONU- será dotar de credibilidad a la eventual federación bicomunal y bizonal que se crearía para que todos estén convencidos de que durará, de que funcionará y de que las comunidades greco y turcochipriota tendrán los mismos derechos y serán protegidas de la misma manera.

“Así que la primera necesidad es que la gente realmente crea en la solución que se encuentre”, recalcó Eide.

La seguridad interna es otra cuestión para la cual se necesitan garantías, al igual que todo lo que tendría que ver con el sistema legal, policial y judicial para asegurar a cada ciudadano un trato justo ante la ley.

Eide admitió que la desconfianza entre las dos comunidades persiste, con ciertos sectores que dudan de que un eventual acuerdo realmente sea aplicado, por lo que reclaman ciertas garantías.

“Sólo después de esto viene la cuestión de la seguridad externa y cómo una federación de Chipre la abordaría, particularmente en una región tan volátil”, explicó.