El toreo genera un insólito pulso entre Gobierno y socialistas en Portugal

La fiscalidad que aplicará a las corridas de toros a partir del próximo año ha generado un insólito pulso entre el Gobierno, liderado por António Costa, y su propia formación, el Partido Socialista, que exhiben en público sus diferencias por un asunto siempre polémico en el país.

A pocos días de aprobar los Presupuestos de 2019, los últimos de su legislatura, Costa se ha visto desautorizado en público por su propio partido, que se opone radicalmente a su propuesta de bajar el IVA a todos los espectáculos culturales, excepto las corridas de toros.

La medida, recogida en las cuentas para el año próximo, plantea una reducción del impuesto del 13 al 6 %, beneficio que no aplicará a eventos taurinos porque, según la ministra de Cultura, Graça Fonseca, “la tauromaquia no es una cuestión de gusto, es una cuestión de civilización”.

La frase, pronunciada hace dos semanas en el Parlamento, generó una cascada de reacciones esperadas por parte de la oposición conservadora, como el democristiano CDS, que consideró que el Ejecutivo pretende “crear una dictadura del gusto a través de la fiscalidad”, y otras más sorprendentes.

Es el caso del Partido Socialista (PS), que en un insólito gesto ha anunciado que presentará una propuesta de modificación a los Presupuestos para que el toreo también tenga una bajada del IVA al 6 por ciento.

“Nuestra posición es que hay una mayoría de diputados (socialistas) a favor de incluir la tauromaquia en el grupo de expresiones culturales que disminuirán su tasa” fiscal, apuntó el líder del grupo parlamentario socialista, Carlos César, quien precisó que habrá “libertad de voto”.

Es una postura que ha incomodado sobremanera a Costa, quien se ha declarado en las últimas horas “muy sorprendido”, aunque se afana en negar que esta corrección pública de sus compañeros de partido sea una desautorización a la ministra Fonseca o a él mismo, por haberla respaldado.

“Si el grupo parlamentario del PS presentase una moción de censura al Gobierno me sentiría, necesariamente, desautorizado. Pero tengo la seguridad de que incluso los diputados que apoyan esa propuesta (de bajar el IVA) apoyan incondicionalmente al Gobierno, empezando por el líder parlamentario”, aseguró a periodistas.

Como recado, agregó: “Obviamente, si fuese diputado del PS votaría en contra (de dicha bajada del IVA)”.

Pero según la prensa portuguesa, el “enfado” de Costa es tan intenso que personalmente está “presionando a los diputados socialistas para que cambien de opinión”, apunta hoy el diario Público, que augura que mantendrá con el líder parlamentario “pulso de hierro” hasta el día 29, cuando se voten los Presupuestos.

“Ninguno recula y Costa no descarta la posibilidad de imponer disciplina de voto a favor de la propuesta del Gobierno”, continúa el periódico, que califica de “afrenta directa” la discrepancia de los diputados.

Mientras, la ministra de Cultura se reafirma y recuerda que la postura de no bajar el IVA no solo es defendida por ella, sino por el primer ministro.

El extraño choque entre el partido del Gobierno y el Ejecutivo se explica por lo delicado del debate sobre la tauromaquia en Portugal, donde el asunto levanta ampollas cada vez que se aborda en la sede parlamentaria.

En el país se celebran cada año entre 200 y 250 corridas de toros, aunque apenas un tercio de la población se declara aficionada, según la última encuesta nacional al respecto, realizada en 2011.

No obstante este aparentemente escaso apoyo popular, los eventos taurinos gozan de gran aceptación en localidades rurales, donde es relevante el peso de los socialistas: de los 44 municipios lusos con actividad taurina, 26 son gestionados por el partido de António Costa.