El gobernador de Nebraska pretende vetar la ley que prohíbe la pena de muerte

El gobernador de Nebraska (EE.UU.), el republicano Pete Ricketts, reafirmó hoy su intención de vetar la ley aprobada esta semana en el legislativo estatal y que prohíbe la pena de muerte.

“El Legislativo está desconectado de los ciudadanos de Nebraska con su decisión de abolir la pena de muerte”, dijo Ricketts en un comunicado, en el que agregó que la “inmensa mayoría” sigue a favor de ese castigo al ser “una herramienta importante para la seguridad”.

Ahora, el gobernador tiene hasta el próximo miércoles para vetar la norma, que está sobre su mesa.

Pese a que Ricketts tiene poder para vetar leyes aprobadas por el legislativo, una votación de 30 congresistas de los 49 que constituyen la Cámara también puede anular un veto del gobernador.

Por eso, si Ricketts no quiere que Nebraska se convierta en el decimonoveno estado en abolir la pena de muerte en Estados Unidos tendrá que convencer al menos a tres congresistas para que cambien el sentido de su voto, ya que la norma fue aprobada con 32 apoyos.

“Trabajaré con los senadores para mantener mi veto una vez lo expida”, agregó el gobernador, quien pidió a los ciudadanos que presionen a los congresistas adscritos a sus zonas para que cambien su decisión.

Desde que el Tribunal Supremo de EE.UU. reinstauró la pena de muerte en 1976, Nebraska ha ejecutado a tres presos (1994, 1996 y 1997), siendo uno de los estados que menos ha aplicado este castigo.

En el corredor de la muerte de Nebraska hay once reos a los que no beneficiaría la nueva norma en caso de ser finalmente promulgada, ya que no tiene carácter retroactivo.

La pena capital ya ha sido abolida en 18 de los 50 estados de EE.UU. y en otra decena rigen moratorias, por lo que no se aplican ejecuciones.

Una ley parecida a la de Nebraska fue rechazada la semana pasada por el legislativo de Delaware, pese a que tenía el apoyo de su gobernador, Jack Markell.