El Gobierno alemán lamenta que estigmatización del este ensombrezca progresos

Los progresos económicos registrados en el este de Alemania en los 29 años desde la unificación del país se están viendo ensombrecidos por los debates sociales que han llevado a desacreditar y estigmatizar a toda la región como supuesto bastión de la ultraderecha, lamentó hoy el Gobierno alemán.

“La percepción mediática exagera el problema con la ultraderecha” en el este de Alemania, dijo el comisionado del Gobierno para los nuevos estados federados, los surgidos tras la extinción de la República Democrática Alemana (RDA), Christian Hirte, durante la presentación del informe sobre el estado de la unificación alemana para 2018.

Reconoció que el problema ultraderechista es “más marcado” en el este que en el resto de Alemania, pero criticó que los medios no informan “con la misma intensidad” cuando se registran manifestaciones neonazis en el oeste del país.

En ese sentido, afirmó que “estigmatizar a regiones enteras” no contribuye a hacer frente a las manifestaciones ultraderechistas en cualquier lugar del país.

“Estoy totalmente convencido de que la gran mayoría de los alemanes del este tienen tan poco que ver con los chalados ultraderechistas que muestran el saludo nazi o atacan un establecimiento judío como con los chalados de la izquierda radical que marchan por Hamburgo”, agregó al aludir a los desórdenes violentos en julio de 2017 durante la cumbre del G20 en esa ciudad del norte del país.

Al mismo tiempo, señaló que a pesar de los progresos económicos y los avances hacia unas condiciones de vida similares entre este y oeste, es necesario dar respuesta a las protestas y a las inseguridades de los habitantes que, precisó, todavía hoy “no se sienten valorados” respecto a sus compatriotas del oeste.

“No nos puede dar igual que tantas personas aparentemente hayan perdido la confianza en el Estado y en la política”, advirtió.

Agregó que la “peculiaridad” del este no se puede explicar sólo con cuarenta años de dictadura, sino también con lo que supusieron para los habitantes del este los cambios que siguieron a la caída del Muro de Berlín.

Recordó que con la desaparición de la RDA y la caída de su economía planificada, el oeste pasó a administrar al este, y subrayó que “el proceso es largo hasta que se crean nuevas estructuras”.

Hirte se congratuló del aumento de la productividad en el este en más del doble desde la unificación, y de que el paro haya caído en doce años consecutivos hasta el 7,6 % en 2017, frente al 18,7 % en 2005, y al 6,8 % en agosto de este año, respecto al 4,8 % en el oeste.

Reconoció que el este sigue a la zaga del oeste y señaló que “el objetivo debe ser crear condiciones de vida equivalentes”.

“No podemos alcanzar la igualdad en todos los ámbitos, pero sí en calidad de vida”, afirmó, y reiteró que el este, más allá de su imagen de bastión de la ultraderecha, “ofrece un entorno social atractivo”.

Entre las grandes diferencias estructurales entre este y oeste, Hirte aludió al hecho de que la región que conforman los nuevos estados federados no cuenta con la presencia de grandes actores internacionales ni con áreas metropolitanas.

Por eso, apostó por apoyar las estructuras existentes y se refirió en concreto a la pequeña y mediana empresa y a las empresas emergentes, así como por establecer organismos federales en la región.