EL Gobierno griego prepara una remodelación pero todo apunta que seguirá en minoría

Mientras el Gobierno griego prepara la remodelación de su equipo, que se dará a conocer en las próximas horas, el primer ministro, Alexis Tsipras, ya ha asegurado que seguirá gobernando en minoría hasta cerrar el acuerdo definitivo con los socios para un tercer programa de rescate.

Tras la votación del miércoles en el Parlamento sobre el paquete de reformas que los acreedores exigían como condición para iniciar las negociaciones, en la que casi cuarenta diputados negaron el apoyo a Tsipras, el Ejecutivo busca formulas para garantizar la estabilidad política.

“La decisión de nuestros compañeros pone en duda su apoyo al primer gobierno izquierdista de la historia del país, y a partir de ahora estoy obligado a seguir con un gobierno en minoría hasta que se concluya un acuerdo”, aseguró Tsipras a su equipo tras una reunión este jueves en la sede del Gobierno que se prolongó durante horas, informaron fuentes gubernamentales.

Entre los votos negativos se contaron el del ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, y los de los ministros adjuntos de Seguridad Social, Dimitris Stratulis y de Defensa, Kostas Ísijos, por lo que se especula que tendrán que ser sustituidos próximamente.

También la ministra adjunta de Finanzas, Nadia Valavani, estuvo entre los que no apoyaron el acuerdo, aunque ella había dejado voluntariamente el cargo antes del pleno con el argumento -no compartido por los otros compañeros de Gobierno disidentes- de que no se puede estar en un Ejecutivo si no se respaldan sus medidas.

Según informaron las fuentes, en la reunión con su equipo, Tsipras pidió a “cada miembro del grupo parlamentario y a cada diputado por separado” si creían que habían sido sometidos a un “chantaje real” con el riesgo de llevar el país a una quiebra desordenada, por lo que en caso afirmativo, deberían compartir la “responsabilidad” de apoyar el acuerdo.

Tras no recibir ninguna “objeción fundamentada” por parte de sus compañeros, Tsipras consideró el voto negativo de los 32 diputados, como una decisión de no “compartir” la responsabilidad ni con el primer ministro ni con el partido, lo que para él constituye una “violación de los principios de solidaridad y una herida” en el interior de la formación.

“Personalmente, no permito que nadie tras todo lo que pasé en los últimos seis meses, considere que sus dilemas de conciencia son más importantes que nuestros principios, valores, posiciones y referencias ideológicas”, concluyó.

A su vez, el primer ministro recibió una carta crítica de la europarlamentaria del partido Sofía Sakorafa, que aceptó la idea de que el país ha sido chantajeado, pero acusó a Tsipras de no haber previsto que esto sucedería, demostrando una “falta de preparación absoluta al no tener un plan de escape y sucumbir al chantaje”.

Por su parte, el líder del socio de coalición, los nacionalistas de derechas Griegos Independientes, Panos Kammenos, subrayó que “la prioridad es la celebración de un acuerdo con el fin de llevar el país al crecimiento”.

Kammenos manifestó que, por ahora, el Ejecutivo seguirá gobernando en minoría, y añadió que es Tsipras quien debe decidir qué hacer con los 32 diputados disidentes, si echarlos del partido o convocar elecciones una vez firmado el tercer rescate.