Los homicidios en El Salvador aumentaron un 77,6 por ciento entre enero y octubre

Los homicidios registrados en El Salvador aumentaron un 77,6 % entre enero y octubre respecto al mismo período de 2014, informó hoy el director del Instituto de Medicina Legal (IML), Miguel Fortín Magaña.

El titular del IML señaló que los homicidios hasta el 31 de octubre fueron 5.614, mientras que en el mismo período del año pasado se contabilizaron 3.161.

La diferencia, de 2.453 muertes violentas, representa un incremento del 77,6 %.

Fortín Magaña informó que en los primeros 3 días de noviembre se perpetraron 38 asesinatos, con lo que la cifra ascendió a 5.652.

Con este dato, la tasa diaria de asesinatos en el referido período fue de 18,41, mientras que en el mismo lapso de 2014 se contabilizaron 10,29 homicidios diarios.

“A menos que haya un milagro, vamos a sobrepasar los 6.000 muertos (homicidios) en el 2015”, vaticinó Fortín Magaña.

Agregó que el comportamiento de estos crímenes, que entre enero y noviembre promediaron 561,4 mensuales, es contrario a la versión del Gobierno, que atribuye los altos índices de asesinatos a una estrategia de las pandillas.

“No hay un control de una banda delincuencial (pandilla) sobre todos sus miembros (para cometer los homicidios), sino que hay una difusión en su accionar”, expuso.

También destacó que los menores de edad son el 10,62 % de las víctimas de homicidio; estos totalizaron 596 hasta octubre.

“Estamos perdiendo una generación, y los que están quedando vivos son una generación absolutamente temerosa y enferma (...) desde la perspectiva de la indolencia, indiferencia y de la paranoia”, lamentó el funcionario.

El Salvador es asediado por la “violentas” pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias.

Según el ministro de la Defensa, David Munguía Payés, en el país centroamericano existen unos 60.000 pandilleros y aproximadamente el 10 % de la población es afín a estas estructuras.

Además, El Salvador integra junto a Guatemala y Honduras el llamado Triángulo Norte centroamericano, considerado una de las zonas más violentas del mundo debido tanto al aumento del narcotráfico y la presencia de aliados de los carteles mexicanos, como a la debilidad de las instituciones estatales, según Naciones Unidas.