Un grupo de hondureños varados en la frontera con El Salvador cruza el Río Goascoran

Un grupo de migrantes hondureños que se encontraban varados en la zona de El Amatillo fronteriza con El Salvador cruzaron hoy el río Goascorán, que comparten ambos países, pese a la crecida de su caudal por las intensas lluvias de las últimas horas.

Una veintena de personas, entre ellos niños, se separaron del grupo de al menos cien hondureños que no lograron el miércoles cruzar dicha frontera para continuar su camino hacia Estados Unidos.

Ese centenar de migrantes, muchos de ellos sin la documentación necesaria para entrar en El Salvador, aguardó en la zona limítrofe para intentar esta mañana acceder a ese país, pero no fue posible.

Ante esta situación, algunos de ellos se arriesgaron a cruzar el río Goascorán, a pesar de la crecida de sus aguas.

En ese lugar no hay presencia de autoridades migratorias ni policiales de estos países, por lo que los hondureños han entrado en El Salvador para continuar su camino hacia la frontera con Guatemala en su viaje hacia Estados Unidos, según constató Efe.

Otro grupo de más de 400 migrantes hondureños accedió ayer a tierras salvadoreñas sin problemas y este jueves siguió su ruta hacia Estados Unidos.

Algunos de los hondureños varados en la zona fronteriza dijeron el miércoles a Efe que no buscan quedarse en El Salvador y que “sólo van de paso para encontrarse con los otros compatriotas para llegar juntos a Estados Unidos”.

Las autoridades migratorias de El Salvador aclararon el miércoles que “no han negado la entrada al país a ningún hondureño” y que han ingresado todos aquellos que presentaron la documentación necesaria.

La mayoría de hondureños que se quedó en la frontera de El Amatillo viaja con menores sin pasaporte, lo que ha dificultado su entrada en El Salvador.

Los migrantes, en su mayoría niños y mujeres, decidieron comenzar el viaje hacia Estados Unidos después de que el presidente de ese país, Donald Trump, amenazara con retirar “de inmediato” la ayuda que concede a Honduras si otra caravana de hondureños, unos 3.000 según la ONU y que cruza Guatemala, no se detiene antes de llegar a su territorio.