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Iglesias se baja en Madrid

Iglesias dimite de todos sus cargos tras el fracaso de la izquierda en Madrid
Madrid —

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Madrid, 5 may (EFE).- Pablo Iglesias, que se estaba yendo de la política desde que hace dos meses dejó el Gobierno para adentrarse en la arena electoral madrileña, se ha bajado del todo tras una victoria aplastante de la derecha en la Comunidad de Madrid, a la que no solo no ha podido frenar sino a la que además ha movilizado.

Siete años después de fundar en el laboratorio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) el partido con el que aspiraba a asaltar los cielos y adelantar al PSOE, Iglesias ha visto cómo ese objetivo lo lograba su exnúmero dos, Íñigo Errejón, de la mano de Mónica García y con el partido que fundó tras la enésima disputa con él.

“Cuando uno no es útil tiene que saber retirarse”, ha reconocido Iglesias tras constatar que su descenso a la arena electoral solo le ha servido para salvar los muebles de un Podemos que sigue último en la izquierda, con menos de la mitad de apoyos que Más Madrid, y por detrás del 'fascismo' de Vox.

De todos los objetivos con los que se presentaba, Iglesias solo ha conseguido el que se daba por hecho: superar la barrera del 5 por ciento necesaria para tener representación en la Asamblea de Madrid, que los pronósticos más pesimistas dejaban en el aire antes de que él se decidiese a dejar la Vicepresidencia.

Con un 7,3 % de los votos y diez escaños, Iglesias salva a Podemos y ha roto la maldición de dejarse votos en cada convocatoria electoral, aunque lo cierto es que en siete años su formación ha pasado de pisar los talones al PSOE a luchar por la supervivencia.

Isa Serra, que con la marcha de Iglesias seguirá al frente del grupo en la Asamblea, se quedó en un 5,6% de los votos que le valieron 7 diputados en las elecciones más difíciles que ha afrontado Podemos hasta ahora: las autonómicas de 2019 en las que Íñigo Errejón se apeó del proyecto para ser cabeza de lista de su nuevo partido, Más Madrid.

Un proyecto que esta noche se ha visto claramente consolidado. Si en aquella ocasión el exfundador de Podemos obtuvo el 14,7 % de los votos y 20 diputados, esta noche la médica y cabeza visible de la oposición en la Asamblea, Mónica García, se ha convertido en la líder de la oposición.

Muy por delante de Iglesias, que con su movimiento de mediados de marzo fantaseaba con 'sorpasar' a Más Madrid en su bastión. Porque, aunque en esta campaña no han salido a relucir las rencillas internas, en el ánimo de Iglesias pesaba la necesidad de plantar cara al proyecto de Errejón.

De hecho, aunque lo hizo con la boca pequeña, el líder de Podemos invitaba a los de Errejón a formar parte de una candidatura conjunta que sin ninguna duda quería liderar él, aunque García, que rechazó su “tutela”, ha demostrado ahora que no la necesitaba.

Iglesias, que había llamado a activar la “alerta antifascista”, deja Madrid con Vox con un 9 % de los votos y a la presidenta madrileña a la que comparaba con Trump a cuatro escaños de la mayoría absoluta.

Ni por asomo ha logrado el exvicepresidente segundo del Gobierno ser el revulsivo que necesitaba la izquierda para plantar cara a la presidenta madrileña, e incluso, como temían algunos y él mismo ha asumido, su presencia ha restado.

Aunque no lo hará previsiblemente el papel de Unidas Podemos en el Gobierno, que ha quedado en manos de Yolanda Díaz, cuya imagen más afable contribuye de paso a dar oxígeno a la coalición con el PSOE, un partido al que las elecciones madrileñas han proporcionado una cura de humildad.

Iglesias se siente un “chivo expiatorio” de quienes movilizan los afectos más oscuros y contrarios a la democracia, pero asume que ya no tiene sentido seguir y da un paso atrás para dejar espacio a nuevos liderazgos y rostros que trabajen en la renovación de su proyecto político.

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