El juicio de Igor el Ruso vira hacia un carácter más técnico contra el acusado

Teruel, 14 abr (EFE).- El juicio de Igor el Ruso continúa este miércoles con la tercera sesión en la Audiencia de Teruel y vira hacia un carácter más técnico, con declaraciones de agentes de la Guardia Civil del Grupo de Información de Castellón, de la Policía Nacional y de la Unidad de Policía Judicial de Teruel, para hacer un perfil de acusado en base a las pruebas que se conocen.

También testifican agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Teruel y del Seprona, además del subdirector médico del Centro Penitenciaro de Zuera, la viuda del ganadero José Luis Iranzo y el dueño del pajar en el que Feher escondía sus enseres, Emilio Bielsa.

“A partir de hoy vamos a entrar en una segunda fase, con independencia de los testigos que quedan, un poco más técnica, con la especificidad de todos los agentes de criminalística, de balística, o con los vestigios en las manos de Norbert Feher de disparar esas armas”, ha explicado en declaraciones a los medios de comunicación Mariano Tafalla, abogado de la familia de Víctor Romero y de la viuda de Víctor Caballero, ambos guardias civiles.

Enrique Trebolle, abogado de la familia del ganadero José Luis Iranzo, ha asegurado a su vez que se van a centrar “exclusivamente” en la autoría de los hechos que ocurrieron en Andorra el 14 de diciembre de 2017 y ha eludido responder a las preguntas de los periodistas sobre el operativo de la Guardia Civil.

“Aquí el malo y la persona que realmente comete unos hechos execrables es el autor, el acusado. No perdamos eso de vista”, ha sostenido, añadiendo que la investigación de la Guardia Civil a partir de los hechos cometidos es “perfecta” y que la tendrán en cuenta “para convencer al jurado de la autoría” de Feher.

Jorge Piedrafita, abogado de la viuda del guardia civil Víctor Romero, ha indicado que con los testimonios de estas jornadas habrá que esclarecer cuestiones como “por qué Igor el Ruso no estaba nervioso, por qué estaba en buen estado físico o por qué no tenía miedo”, además de demostrar que los guardias civiles abatidos “ni podían repeler el ataque ni tenían opción de defensa”.