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Fin de la legislatura post 1-O: Del 155 a los juicios del 'procés' y la covid

El BOE y el DOGC publican el decreto de convocatoria del 14F, pendiente de la covid
Barcelona —

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Barcelona, 22 dic (EFE).- La publicación oficial este martes del decreto de convocatoria de elecciones en Cataluña pone fin a tres años de accidentada legislatura, marcada por los choques entre el independentismo y la Justicia y las tensiones entre JxCat y ERC, efectos derivados del referéndum unilateral del 1-O de 2017.

Estos han sido los momentos más relevantes del mandato de Quim Torra, que arrancó con la autonomía intervenida con el artículo 155 de la Constitución y que termina abruptamente tras la inhabilitación del president, con el país en alerta por la COVID-19:

SIN INVESTIDURA TELEMÁTICA

Torra ocupó, en calidad de independiente, el número 11 de la candidatura de JxCat por Barcelona en las elecciones catalanas del 21 de diciembre de 2017, en plena aplicación del 155.

Abogado, editor, autor de una decena de libros sobre historia de Cataluña y periodismo, Torra era uno de los fichajes sin carné de partido que Carles Puigdemont atrajo a su lista, aunque no aparecía en las quinielas como alternativa por si fallaba el plan A.

El plan A de JxCat consistía en investir telemáticamente a Puigdemont, huido a Bélgica, pero las advertencias del Tribunal Constitucional hicieron que el presidente del Parlament, Roger Torrent, se echara atrás y desconvocara el pleno.

EL PLAN D

Se activó el plan B, investir a Jordi Sanchez, ya preso, y tampoco fue posible; el plan C suponía convertir a Jordi Turull en president justo antes de que ingresara en prisión provisional, pero la CUP se negó a prestar sus votos para la operación, lo que arrastró a JxCat a un dilema: o buscar un plan D, esta vez para investir a un candidato efectivo, o forzar elecciones en señal de protesta.

Torra, defensor de Puigdemont como “presidente legítimo”, era partidario de la segunda opción, pero acabó siendo el elegido por el expresident para dar un paso al frente y desbloquear la legislatura: el 17 de mayo de 2018 tomó posesión prometiendo el cargo “con fidelidad al pueblo de Cataluña”, sin menciones a la Constitución.

RESTITUCIÓN FALLIDA

Acorde con su legitimismo, la primera decisión de Torra fue intentar restituir como consellers de su Govern a los titulares de las carteras cesados con el 155, desoyendo las advertencias del Gobierno de Mariano Rajoy, que bloqueó los nombramientos.

Finalmente, Torra desistió de esta “restitución” simbólica y nombró a sus nuevos consellers, tras 218 días de aplicación del 155.

LA SENTENCIA DEL 'PROCÉS'

La legislatura arrancó en 2018 aún bajo los efectos del 155, siguió marcada por la detención y posterior puesta en libertad de Puigdemont en Alemania y se vio condicionada por el juicio a los líderes independentistas en el Tribunal Supremo.

Las condenas a prisión para Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Raül Romeva, Carme Forcadell, Dolors Bassa, Jordi Sanchez y Jordi Cuixart, anunciadas por el Supremo el 14 de octubre de 2019, desataron protestas en toda Cataluña.

TENSIÓN PERMANENTE JXCAT-ERC

Si algo ha caracterizado este mandato, además del juicio del 'procés', han sido los choques constantes entre los dos socios de coalición, JxCat y ERC, con episodios como la investidura fallida de Puigdemont o la retirada del escaño a Torra tras su condena por desobediencia.

Los republicanos, que han reorientado su estrategia hacia un independentismo pragmático más alejado de la vía unilateral, han sido blanco de las críticas de JxCat, por ejemplo por facilitar la investidura de Pedro Sánchez, por la mesa de diálogo sobre Cataluña o por el pacto de los Presupuestos Generales del Estado para 2021.

El enfrentamiento entre los socios llegó a un punto tan insostenible que, el pasado 29 de enero, Torra dio por rota la unidad de su Govern y anunció que convocaría elecciones nada más aprobarse los presupuestos catalanes, una convocatoria que no se concretó debido al estallido de la pandemia del coronavirus.

IRRUMPE LA COVID

Los planes de Torra quedaron alterados la segunda semana de marzo, cuando el Govern tomó consciencia de la que se venía encima con la COVID-19, de la que dio positivo el propio Torra, que tuvo que permanecer encerrado durante semanas en el Palau de la Generalitat.

La crisis sanitaria golpeó con ferocidad a Cataluña y afectó severamente a las residencias de ancianos ante la impotencia del Govern, que derivó responsabilidades hacia el Ejecutivo de Pedro Sánchez por “recentralizar” competencias con el estado de alarma.

El pasado 24 de abril, en un hemiciclo semivacío y con el voto telemático activado para buena parte de los diputados, el Parlament aprobó los primeros presupuestos de la Generalitat desde 2017.

INHABILITACIÓN POR UNA PANCARTA

En vísperas de las elecciones generales de abril de 2019, Torra desoyó el ultimátum de la Junta Electoral Central para que retirara del balcón del Palau de la Generalitat una pancarta de apoyo a “presos políticos y exiliados”, gesto por el que meses después fue condenado a un año y medio de inhabilitación, por desobediencia, por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

El Tribunal Supremo confirmó esa condena a finales de septiembre de 2020, por lo que Torra se convirtió en el primer president inhabilitado en pleno ejercicio de su cargo y, en los últimos tres meses, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha asumido el grueso de sus funciones como presidente sustituto.

Por Roger Mateos

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