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Löfven dimite para tratar de formar un nuevo Gobierno en Suecia

Löfven dimite para tratar de formar un nuevo Gobierno en Suecia
Copenhague —

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Copenhague, 28 jun (EFE).- El primer ministro socialdemócrata sueco Stefan Löfven, cuyo Gobierno rojiverde en minoría cayó hace una semana en una moción de censura histórica, sorprendió este lunes al presentar su dimisión para tratar de formar un nuevo Gobierno.

Löfven tenía una semana de plazo para comunicar su decisión: dimitir para dar paso a conversaciones entre los partidos conducidas por el presidente del Parlamento, Andreas Norlén; o convocar elecciones extraordinarias, las primeras desde 1958.

La parálisis política por la falta de voluntad de varios partidos a negociar entre ellos y el regreso al bloque de derecha de los liberales que, con los centristas, habían cerrado en 2019 un pacto que permitía gobernar a Löfven, apuntaban a que lo más probable serían unas elecciones anticipadas.

Pero Löfven sorprendió a analistas y expertos políticos suecos con su dimisión, que retrotrae a Suecia a septiembre de 2018, cuando comenzaron unas negociaciones que se prolongaron casi cuatro meses y finalizaron en un pacto que puso fin a la política de bloques y dejó aislada a la ultraderecha, tercera fuerza en el Legislativo.

“A un año de las elecciones y en medio de una pandemia, unos comicios extraordinarios no son lo mejor para Suecia. He pedido la dimisión como primer ministro”, anunció en rueda de prensa Löfven, que calificó la situación política y parlamentaria de “muy difícil”.

La Constitución sueca establece que debe haber elecciones cada cuatro años, independientemente de que puedan convocarse otras extraordinarias en medio de ese período, una disposición que explica por qué son tan raros los comicios anticipados en este país.

“Mi estimación es que los suecos no quieren unas elecciones extraordinarias ahora. Esperan que los políticos puedan resolver este tipo de situaciones”, consideró Löfven.

Aunque el presidente del Parlamento ha rechazado hacer declaraciones por el momento, en días anteriores había mostrado su intención de que el proceso de negociación transcurriese con mayor rapidez que la última vez si Löfven acababa dimitiendo.

“Espero que se resuelva lo más rápido posible. Todos queremos irnos de vacaciones, pero también hay que respetar que nos espera un duro trabajo”, afirmó Jimmie Åkesson, líder del ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), con 62 diputados, frente a los 70 de los conservadores y los 100 socialdemócratas.

UNA MOCIÓN HISTÓRICA

Löfven se convirtió hace una semana en el primer jefe de gobierno sueco derribado por una moción de censura, algo que fue posible porque el Partido de Izquierda, aliado externo del primer ministro sumó sus votos a los de la ultraderecha, los conservadores y los democristianos.

El Partido de Izquierda, fuera del pacto de gobierno al que le daba mayoría con sus votos, había avisado en 2019 que le retiraría su apoyo si cumplía dos puntos del acuerdo con centristas y liberales: las reformas del mercado laboral y del régimen de alquileres.

El causante de la moción fue el proyecto propugnado por los centristas de que los alquileres de nuevas propiedades dejasen de estar regulados y pudiesen ser acordados según el valor de mercado.

Durante la semana transcurrida desde la moción, los centristas retiraron la propuesta y la Izquierda se ofreció a apoyar un nuevo acuerdo.

No obstante, la negativa de los centristas a pactar con excomunistas o con el SD, así como la decisión de los liberales de regresar al bloque de centroderecha, imposibilitaron una salida a la situación.

BLOQUEO A LA ULTRADERECHA

La raíz del problema está ligada al vacío que el resto de fuerzas le han hecho al SD desde que entró en el Parlamento en 2010, que ha permitido gobernar a Löfven desde 2014 pese a no tener mayoría.

Conservadores y democristianos modificaron hace un año su postura y aceptaron gobernar en el futuro con el apoyo del SD, opción a la que se ha abierto el Partido Liberal, aunque entre los cuatro no tienen mayoría.

Löfven sí podría tenerla, en el caso hipotético de lograr un acuerdo que satisfaga tanto a centristas como a la Izquierda, a la que hoy acusó de causar la crisis, pero dependería del voto de una tránsfuga de esta última formación.

Tener una mayoría a favor no es sin embargo requisito indispensable en Suecia para ser elegido primer ministro, basta con no tener una mayoría en contra. Eso fue precisamente lo que le permitió a Löfven ser elegido en 2019 con la abstención de la Izquierda.

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