Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

López Calderón, un almirante cercano, directo y con mucho bagaje

López Calderón, un almirante cercano, directo y con mucho bagaje
Madrid —

0

Madrid, 26 ene (EFE).- El nuevo jefe de los ejércitos, Teodoro López Calderón, es una persona afable y cercana, que no se muerde la lengua y que encarará su cargo de JEMAD con el bagaje que le dan 47 años en la Armada comandando buques primero y dirigiendo después todas las misiones del Ejército en el exterior.

Entre los que le conocen o están a su cargo en la Armada, el nuevo JEMAD (jefe del Estado Mayor de la Defensa), de 66 años, ha caído bien por su buen trato personal y su dilatada carrera profesional, especialmente al mando de las misiones españolas, que dirigió durante casi cinco años.

“Es un magnífico marino, un magnífico militar y un magnífico profesional”, explica a Efe un comandante de la Armada, que destaca de él su experiencia tanto en buques (comandó fragatas, escuadrillas y patrulleros), como en organismos internacionales como la OTAN, donde dirigió una flota.

López Calderón también conoce bien el funcionamiento de las misiones de las Fuerzas Armadas, ya que fue jefe del órgano encargado de coordinarlas del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), donde ahora se situará como número uno.

En ese cargo de comandante del Mando de Operaciones del EMAD, al que accedió en 2012 con el exministro Pedro Morenés hasta que María Dolores de Cospedal le nombró jefe de la Armada en 2017, López Calderón dirigió el repliegue de las tropas españolas de Afganistán.

Sus años en ese puesto son los que más destacan los suyos. “Como decía San Ignacio del Loyola, en tiempos de crisis, no hacer mudanza. Mejor alguien que ya haya estado en la casa”, opina un teniente coronel consultado sobre su conocimiento del EMAD.

“No creo que haya nadie mejor que él para ocupar ese puesto”, subraya el comandante, que le conoce de haber coincidido con él varias veces y le califica como “muy afable, muy cercano y muy directo”.

“Es muy humano y bastante cercano”, afirma otro capitán consultado, que destaca esa vertiente suya porque, dice, “sabe ganarse a su gente”.

Como jefe de la Armada o AJEMA se ha caracterizado, cuentan otras fuentes, por su “discreción” y su “trato tranquilo. Consideran, por ello, que ”posiblemente sea una apuesta acertada“.

Casado y con cinco hijos, y hermano de un cabo primero de la Armada destinado en su localidad natal, Cartagena (Murcia), de gran tradición de marinos, López Calderón asciende a JEMAD como apuesta de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que lo aúpa casi cuatro años después de que Cospedal lo pusiera al frente de la Armada.

Su nombramiento se produce en un momento clave para las Fuerzas Armadas, más presentes que nunca en la sociedad después de haber salido a las calles, por primera vez en democracia, para luchar contra el virus.

Lo hicieron en la operación Balmis desinfectando y trasladando enfermos, fallecidos y material sanitario, y aún continúan con estas labores en la tercera ola del virus bajo la misión Baluarte, que ahora supervisará López Calderón.

El Ejército también se ha enfrentado en los últimos meses a polémicas como la de los exmilitares críticos con el Gobierno y a la reciente vacunación de sus generales, que ha costado el cargo a su antecesor, Miguel Ángel Villarroya, el JEMAD más breve desde que en 1985 se creó ese puesto.

López Calderón acumula 23 condecoraciones militares y civiles, tanto nacionales, como extranjeras y de organizaciones internacionales, y es desde hoy el decimosegundo general en dirigir los ejércitos españoles.

Cuando tomó posesión como jefe de la Armada el 3 de abril de 2017, Cospedal usó la terminología marinera para desearle “buena suerte, buenos vientos y buena mar” y desde entonces ha hecho un trabajo discreto solo roto por un par de intervenciones.

Como la que hizo en abril de 2018 en una carta abierta para criticar el “decepcionante” trato y el calificativo que dio la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, al llamar “facha” almirante Juan Cervera, nombrado jefe de la Armada por Franco tras unirse a los sublevados en la Guerra Civil.

También por responder, el pasado noviembre, a la petición de Vox de establecer un bloqueo naval en Canarias para que no llegaran pateras. Los barcos de la Armada, contestó firme, tienen la “obligación legal y moral” de rescatar a cualquier patera en situación de peligro.

En el mismo acto, López Calderón, en su línea de decir las cosas sin tapujos, advirtió de que el presupuesto de la Armada “no cubre el mínimo imprescindible”, un problema común a los ejércitos con el que ahora tendrá que seguir lidiando como cabeza de todos ellos.

María Traspaderne

Etiquetas
stats