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El 1% de la militancia de IU podrá poner en marcha un revocatorio contra cargos públicos y orgánicos

Garzón ofrece un proyecto "claramente de izquierdas" frente a la política "espectáculo" y "superficial"

Aitor Riveiro

Izquierda Unida aprobará este sábado el mecanismo por el que sus militantes podrán convocar un referéndum para echar a un dirigente o un cargo público antes de que su mandato termine. La Coordinadora Federal de IU, que se reúne este sábado, tiene previsto debatir y votar el reglamento de revocatorios, cuyo borrador, al que ha tenido acceso eldiario.es, establece que solo será necesario el apoyo del 1% del censo para poner en marcha el proceso.

Los revocatorios fueron una de las propuestas estrella que llevó Alberto Garzón en el programa con el que ganó el liderazgo de IU. El coordinador federal ha defendido esta figura, que existe en EE UU (impeachment), Suiza o países latinoamericanos como Venezuela, Bolivia o Ecuador, como un mecanismo de democracia interna y de salvaguarda ante los acuerdos cupulares, la perpetuación de los dirigentes y la corrupción interna.

El borrador de reglamento, que todavía puede sufrir modificaciones en el debate del sábado, establece que el proceso para los órganos internos de elección directa se podrá poner en marcha con el 1% del censo de la federación o estamento de IU al que esté adscrito el cargo. A nivel estatal, por ejemplo, serían necesarias alrededor de 220 firmas de afiliados para poner en marcha un revocatorio contra Alberto Garzón.

En el caso de los cargos públicos el número es mayor: “Un 1% de las personas afiliadas y simpatizantes, tomando como referencia la participación en el proceso de elección de dicho cargo público”. Para las candidaturas de confluencia (por ejemplo Unidos Podemos) “se tomará como referencia el número de personas afiliadas a IU en el momento de su elección en el ámbito de referencia”.

Estos números son los necesarios para poner en marcha el proceso. Los firmantes de la solicitud serán considerados parte “el grupo promotor de la iniciativa”.

El revocatorio, que solo podrá ponerse en marcha pasado un año del inicio del mandato de la persona, tendrá que ser motivado. El borrador de reglamento establece cuatro motivos: “el incumplimiento manifiesto del programa electoral, de acuerdos de gobierno u otros compromisos públicos análogos; el incumplimiento de los estatutos, de códigos éticos o cualquier documento análogo cuyo compromiso se hubiera asumido previamente de forma expresa; el incumplimiento de acuerdos vinculantes de la asamblea u órgano de dirección correspondiente; y la comisión de delitos, vulneración de derechos humanos o actuaciones contrarias a los principios de Izquierda Unida”.

Una vez registrado el revocatorio se abrirá un plazo para recabar más apoyos entre las bases. Para que haya votación al menos un 40% del censo tendrá que solicitarla. Es decir, plantear el proceso será muy sencillo, pero llevarlo a término implicará un apoyo nutrido entre la militancia, con el objetivo de que se ciña a casos muy graves y no a meras discrepancias políticas.

El revocatorio saldrá adelante por mayoría simple de los votos. “Si se trata de un cargo orgánico, se tendrá por destituida a dicha persona”, asegura el borrador de reglamento.

En el caso de un cargo público, “se solicitará su renuncia al acta correspondiente”, ya que un partido no puede obligar a una persona electa a devolver su acta “En caso de que no accediera a ello, se iniciará el oportuno expediente conforme a lo establecido en los Estatutos”, señala el documento.

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