Diez momentos que definen la vida del mítico “Comandante Cero” en Nicaragua

Conocido como “Comandante Cero”, Edén Pastora fue uno de los hombres más controversiales e irredentos de Nicaragua. En sus 83 años, estudió medicina, fue guerrillero revolucionario y “contrarrevolucionario”, cazador de tiburones, aspirante a la Presidencia, causó un conflicto internacional, y terminó sus días señalado de ser jefe de paramilitares que mataron a cientos de personas en 2018.

Nacido en 1936 en Ciudad Darío, a unos 90 kilómetros al norte de Managua, Pastora saltó a la fama en 1978, al ejecutar con éxito la “Operación Chanchera”, un asalto al Parlamento que aceleró la caída del dictador Anastasio Somoza Debayle. Su vida, sin embargo, misma que siempre contó con hipérboles, fue más allá.

ASESINATO DE SU PADRE

Edén Atanacio Pastora Gómez era un niño de siete años cuando su papá, Pánfilo Pastora, fue asesinado por miembros de la Guardia Nacional de Anastasio Somoza García. Desde entonces, nunca disimuló su odio hacia el somocismo.

VOCACIÓN GUERRILLERO

Aunque Pastora cursó medicina en la Universidad de Guadalajara, México, siempre interrumpió sus estudios para volver a Nicaragua y luchar como guerrillero contra la dictadura somocista, lo que le llevó a fundar el Comité Revolucionario Nicaragüense en 1957, así como el Frente Revolucionario Sandino en 1959, y a formar parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en 1969.

Su valentía, desparpajo y forma de contar sus triunfos personales, lo elevaron al rango de personaje mítico.

ASALTO AL PARLAMENTO

Su momento cumbre fue el asalto al Parlamento de Nicaragua, el 22 de agosto de 1978, que lideró junto con los guerrilleros Hugo Torres, Dora María Téllez, y Walter Ferretti. Fue la primera vez que utilizó su famoso pseudónimo de “Comandante Cero”. Haciéndose pasar como cadetes militares, el grupo de 25 guerrilleros ingresó al Palacio Nacional, para exigir la libertad de los presos políticos a cambio de unos 3.000 rehenes.

Tras dos días de negociaciones, los guerrilleros lograron que se emitieran varios comunicados del FSLN en medios de comunicación oficialista, recibieron medio millón de dólares, y la garantía de salir de Nicaragua con los sandinistas liberados.

SE PASA A “LA CONTRA”

No contento con el FSLN, al que acusó de no seguir los ideales de Sandino, en 1982 Pastora fundó la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE), un movimiento guerrillero, con personas que se oponían a la “revolución sandinista”, y fue que conocido como la “Contra”.

SOBREVIVE A ATENTADO DE LA PENCA

El 30 de mayo de 1984, Pastora sobrevivió al atentado de La Penca, una comunidad nicaragüense fronteriza con Costa Rica. Una bomba casera explotó justo antes del inicio de una conferencia de prensa que brindaría sobre su lucha contra al sandinismo. La explosión dejó tres muertos y 20 heridos. El “Comandante Cero” sólo sufrió lesiones.

ESCÁNDALO “IRÁN-CONTRA”

En 1986 estalló el escándalo “Irangate”, conocido también como “Irán-Contras”, en el que se señaló a Estados Unidos de vender armas a Irán para beneficiar a la “Contra”, con el tema del narcotráfico de fondo. Pastora siempre negó tener parte en el caso, con el argumento de que él combatía en la zona sur de Nicaragua, y que los beneficiados fueron los “contras” del norte.

El presidente Daniel Ortega todavía reclama 17.000 millones de dólares en pago por daños.

CAZADOR DE TIBURONES

Tras el proceso de paz, entre 1988 y 1990, Pastora se estableció en Río San Juan, en el sureste de Nicaragua, donde se dedicó a cazar tiburones, una actividad que ya había practicado a mediados de los años de 1970.

VIDA POLÍTICA

Pastora volvió al ámbito público en 1996, en su primer intento por ser presidente de Nicaragua, pero fue frustrado por una inhibición del Consejo Supremo Electoral. Volvería como candidato a alcalde de Managua en 2004. Su último intento como aspirante a la Presidencia fue en 2006, tras perderlas, se declaró en la ruina económica, y se reconcilió con el ganador, Ortega, quien lo nombró ministro de Desarrollo de la Cuenca del Río San Juan.

CONFLICTO BINACIONAL

La gestión de Pastora en el sureste de Nicaragua, al dragar un caño en una zona de la frontera con Costa Rica, llevó al país a un conflicto diplomático binacional en 2010, que terminó en la definición de la línea fronteriza por parte de la Corte Internacional de Justicia en 2015.

Aunque Ortega y el “Comandante Cero” lo vieron como un triunfo, los historiadores lo interpretaron como una derrota, al considerar que el país perdió parte de su territorio.

FINAL SIN GLORIA

Dos años antes de morir, Pastora apoyó abiertamente los ataques armados del Gobierno contra manifestantes opositores, que dejaron cientos de muertos en 2018. Llegó a advertir a los sacerdotes que defendían a los desarmados que “las balas atraviesan las sotanas”.

Desde entonces, el “Comandante Cero” fue señalado como jefe de paramilitares sandinistas. Al igual que otros miembros del FSLN, su muerte, oficializada este 16 de junio, estuvo acompañada de dudas sobre qué la causó y cuándo ocurrió.