La emoción y la naturalidad de Leonor, protagonistas en el Teatro Campoamor

“La sensibilidad y la emoción han vuelto al teatro Campoamor. Hemos vivido el momento más emocionante de la historia de los Premios”, así de contundente se ha mostrado el experto en Protocolo Carlos Fuente, al analizar la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias.

El director del Instituto Universitario de Protocolo en la Universidad Camilo José Cela, Carlos Fuente Lafuente, considera que el acto, al que por primera vez ha acudido la princesa Leonor y la infanta Sofía, supone un “cambio en la forma de entender la monarquía en los tiempo actuales, muy diferente al de otras monarquías europeas”.

La ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias en el Teatro Campoamor de Oviedo tenía este año un ingrediente de interés añadido: por primera vez la Princesa de Asturias, presidía junto a sus padres el acto y daba su primer discurso.

Cuando hace 38 años su padre, también a los 13 años, hizo lo mismo, arroparon sus primeras palabras el rey Juan Carlos y la reina Sofía. En esta ocasión, sin embargo, también lo ha hecho la Infanta Sofía, quien ha sido participe y protagonista de un acto que parecía solo destinado a Leonor.

“El protocolo de hoy se ha aplicado a las circunstancias de la actual familia real. Hoy el hecho de que sus cuatro miembros formen parte de la presidencia da una imagen clave de unidad familiar, de núcleo fuerte, y lo han hecho de una manera espontánea, popular”, ha dicho Carlos Fuente.

Un hecho que se ha reforzado con el beso al final de su discurso que la Princesa ha dado a su padre, el cálido abrazo con el que la ha recibido su madre y el beso a su hermana.

“Ha sido un gesto propio de la espontaneidad de una niña de 13 años que nos ha hecho vivir el momento más emocionante de la historia de los 39 años de los premios”, asevera Fuente, quien aplaude que hayan roto de esta manera el protocolo con un gesto “inimaginable” y que demuestra una implicación fuerte de toda la familia, que han vivido con auténtica emoción“.

Como todos los padres, la emoción de los Reyes era evidente, y el orgullo que sienten por su hija, como ha reseñado el Rey al final de su discurso.

Emocionadas también ha vivido este momento histórico sus abuelas, la reina Sofía, que lanzó un beso a su nieta cuando ella la mencionó en su discurso, y Paloma Rocasolano, que no pudo evitar las lágrimas.

“La reina Sofía ha sido testigo y ha estado presente con su hijo, el Rey, y hoy no podía faltar. Ella es un símbolo de continuidad en este evento”, añade. Y resalta también la “complicidad” y la “emoción” de la infanta Sofía, “disfrutando del momento”.

Fuente asegura que el discurso de la Princesa ha estado “equilibrado, era previsible que mencionara su vinculación como heredera a Asturias”, lo orgullosa que se siente de la tierra que vio nacer a su madre y en especial ha sido significativo, según el experto, la frase: “en mi casa se habla de España y Asturias”. “Ha enmarcado el discurso dentro de la cotidianeidad”.

Ha realizado un primer discurso “intachable, se la percibía tímida, pero serena. Con palabras que equilibraban el aspecto institucional con el familiar”, hasta el punto de hablar desde el mismo lugar que lo hizo su padre, “incluso desde la misma silla, ha sido una señal de respeto y un toque diferenciador porque ambos daban un discurso”, aunque el rey lo ha hecho desde el atril.

“Un discurso emotivo”, ha calificado el experto en protocolo social y etiqueta de RedScreen Miguel del Amo.

Carlos Fuente ha reseñado el hecho de que la Princesa realizará en inglés un agradecimiento a los premiados “ha sido un detalle muy bonito, que demuestra que tenemos una princesa preparada para presidir este acto y salir al mundo”.