Netanyahu tacha de “provocación” la visita de un diputado árabe a un recinto sagrado

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó hoy como una “provocación” la visita de un diputado árabe a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, pese a la directriz dictada por él para rebajar la tensión.

“El Monte del Templo (denominación judía para el recinto) ha estado tranquilo durante dos semanas. Hacemos todo esfuerzo posible para mantener la calma, pero parece que hay alguien que la perturba”, manifestó Netanyahu en el Parlamento israelí.

Horas antes, el legislador Basel Ghattas, de la Lista Árabe Unida, acudió al complejo sagrado y colgó posteriormente un vídeo de la visita en su página de Facebook en la que aseguraba en primera persona en árabe: “Esta mañana he entrado en el complejo de Al Aqsa” y “Netanyahu e Israel no me pueden impedir que visite la mezquita”.

El jefe del Ejecutivo israelí dijo que “Ghattas subió al Monte del Templo y entró en la mezquita de Al Aqsa. Y os aseguro que no lo hizo para rezar, lo hizo únicamente con el propósito de la provocación, sólo para inflamar la situación”.

Netanyahu añadió que en virtud de las directrices generales dadas por él la Policía lo sacó del lugar.

“No permitiré que ningún miembro de la Kneset (Parlamento israelí) y ministro encienda el Monte de Templo”, advirtió y llamó una vez más a todos los diputados y figuras públicas israelíes a “actuar con responsabilidad en estos momentos”.

Los palestinos y legisladores árabes del país acusan a Israel de pretender cambiar el 'status quo' en el lugar, administrado por el Waqf jordano (autoridad de patrimonio islámico), que solo permite a los musulmanes orar en los santuarios.

Israel niega que trate de cambiar las reglas de juego y en un acuerdo con EEUU y Jordania, acordó el pasado fin de semana instalar cámaras en el recinto a fin de desmentir las acusaciones y rebajar la tensión.

Al iniciarse la actual espiral de violencia Netanyahu prohibió a cualquier diputado, árabe o judío, así como ministros o políticos acudir al lugar venerado por los judíos como Monte del Templo y por los musulmanes como Noble Santuario, pese a que miembros de ambas comunidades lo han intentado.

Los últimos enfrentamientos violentos se iniciaron en septiembre con las protestas de musulmanes ante el incremento de visitas de nacionalistas judíos a la Explanada durante las festividades judías.

La Policía israelí aseguró entonces haber frustrado un atentado de envergadura que se estaba gestando en el interior de la mezquita de Al Aqsa y sus efectivos entraron en el recinto, donde se enfrentaron en una batalla campal a jóvenes musulmanes atrincherados en el santuario, lo que estalló en disturbios y restricciones posteriores.

El complejo que alberga la mezquita de Al Aqsa está situada en Jerusalén Este, territorio que estaba bajo soberanía jordana cuando Israel lo ocupó en la Guerra de los Seis Días de 1967.

Ammán mantiene desde entonces su papel de custodio sobre los lugares santos musulmanes a través del Waqf islámico e Israel controla los accesos y visitas al lugar, en virtud de un pacto ratificado en los Acuerdos de Paz entre ambos países en 1994.