Nuevo jefe del Ejecutivo de Macao jura el cargo con la bendición de Xi

El nuevo jefe del Ejecutivo de Macao, Ho Iat-seng, juró hoy el cargo tras ser elegido para liderar esa región administrativa especial china en unas elecciones celebradas el pasado agosto, a las que concurrió como único candidato, en una ceremonia que contó con la presencia del presidente chino, Xi Jinping.

Ho, de 44 años, asume el Ejecutivo macaense con la aquiesencia de Xi, quien le encomió a “diversificar la economía de la ciudad” y a una mayor integración con China, en una celebración conmemorativa por el vigésimo aniversario del regreso a soberanía china de la excolonia portuguesa.

“Macao debe aprovechar la oportunidad que supone el proyecto de infraestructuras de las Nuevas Rutas de la Seda y la Gran área de la bahía Cantón-Hong Kong-Macao”, dijo Xi sobre unas iniciativas que, según Pekín, contribuirán al desarrollo del sur del país.

“En los últimos 20 años, Macao ha conseguido su mayor desarrollo en la historia”, destacó el presidente chino, quien elogió la forma en que Macao ha puesto en la práctica la fórmula “Un país, dos sistemas” (que rige las relaciones de China con Hong Kong y Macao).

Mediante este sistema, Pekín ostenta la soberanía de estos territorios pero se compromete, durante al menos 50 años desde su retorno, a mantener su autonomía y a respetar una serie de libertades de las que no disfrutan los ciudadanos de la China continental.

No obstante, recalcó que la premisa “Un país” es el requisito para que puedan existir “Dos Sistemas”, y que “distorsionar” este principio rector puede poner en peligro su propia existencia, en clara advertencia a Hong Kong.

Con infraestructuras como el puente Hong Kong-Zhuhai-Macao, un macroproyecto que vio la luz en octubre de 2018 tras años de retrasos y sobrecostes, China ha intentado integrar a las excolonias, pero ha recibido también críticas y rechazo ante el temor a que ese acercamiento venga acompañado de más presión política sobre los mencionados territorios.

De hecho, la visita no ha estado exenta de polémica: Macao vetó el jueves la entrada de al menos seis activistas hongkoneses y periodistas de tres medios de comunicación que tenían previsto asistir a las celebraciones porque sus actividades podían “poner en peligro el orden público”, según la Policía local.