Los observadores critican que se atribuya a los acusados la violencia del 1-O

Los observadores que la plataforma International Trial Watch ha enviado al juicio del “procés” han criticado a la Fiscalía por atribuir a los acusados “la violencia generada el 1-O por la Policía Nacional y la Guardia Civil” y por “minimizar” las heridas sufridas por los votantes.

En un comunicado, la entidad ha hecho este lunes balance de la primera semana del juicio del “procés”, al que en nombre de Trial Watch acudieron seis abogados y juristas expertos en derechos humanos, entre ellos el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla Javier Pérez Royo.

Según los observadores, los primeros días del juicio han puesto de relieve que las acusaciones “no tienen en cuenta que las actuaciones de los acusados pueden estar amparadas por derechos fundamentales”, con lo que “están invirtiendo el orden interpretativo constitucionalmente exigible”.

En ese sentido, han alertado de que los fiscales y la Abogacía del Estado han introducido “hechos nuevos en sus preguntas” a los dos acusados que declararon la semana pasada, el exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras y el exconseller de Interior Joaquim Forn.

Asimismo, los observadores critican que las acusaciones solo atribuyan a los acusados la “violencia generada” por las fuerzas de seguridad en las cargas para impedir el referéndum del 1-O.

Otras de las irregularidades que International Trial Watch ha detectado en el juicio es que la sala no haya accedido a la petición de las defensas de que se suspenda la vista mientras no dispongan de toda la documentación sobre las pruebas solicitadas, lo que a su entender podría “romper la igualdad de armas” y causar indefensión.

Los observadores también advierten de que la sala no ha aceptado pruebas que para las defensas son “primordiales”, lo que podría vulnerar también su derecho a utilizar aquellas que consideren “pertinentes”.

Entre las valoraciones positivas, los observadores celebran que el tribunal no haya interrumpido los interrogatorios de los acusados, que haya concedido 45 minutos a las defensas para formular sus alegaciones en las cuestiones previas y que no haya atribuido “ninguna consecuencia jurídica” al hecho de que los procesados se nieguen a contestar a una o varias acusaciones.

Internacional Trial Watch ha anunciado que insistirá ante el Supremo en la necesidad de reservar asientos en el juicio para sus observadores, tras quejarse de las “horas de cola” que han tenido que hacer para entrar en la sala de vistas, donde, afirman, finalmente han quedado vacíos una decena de asientos.