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La operación en Lloret es derivada del caso de los sobornos de la mafia rusa

EFE

Madrid/Barcelona —

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La operación de la Guardia Civil desarrollada hoy en Lloret de Mar (Girona) investiga presuntos pagos del grupo GBI Serveis para adjudicarse el servicio local de basuras, en una pieza derivada del caso en el que el exalcalde y exdiputado de CiU Xavier Crespo fue condenado por aceptar regalos de la mafia rusa.

Según han informado a Efe fuentes próximas al caso, la causa que hoy ha comportado el registro del Ayuntamiento de Lloret y la detención de su secretario e interventor está dirigida por el titular del juzgado de instrucción número 2 de Blanes (Girona), al que la Fiscalía Anticorrupción llevó el pasado mes de marzo una denuncia, a raíz de una nueva línea de investigación hallada en sus pesquisas sobre la gestión de Xavier Crespo.

El exdiputado de CiU fue condenado el pasado mes de noviembre a nueve años y medio de inhabilitación por aceptar regalos de un presunto mafioso ruso a cambio de favorecer sus intereses urbanísticos cuando era alcalde de Lloret.

La causa contra el exalcalde de Lloret por el llamado “caso Clotilde” derivaba, a su vez, de una operación contra una red de presuntos mafiosos rusos con epicentro en la Costa Brava, liderada por Andrei Petrov y que fue desmantelada en 2013, en una trama que acabó siendo investigada por la Audiencia Nacional.

En la investigación sobre Xavier Crespo, la Fiscalía halló indicios de pagos de la compañía GBI Serveis de Gustavo Buesa -un empresario próximo a Jordi Pujol Ferrusola- a cargos del Ayuntamiento en fechas cercanas a la adjudicación de forma urgente del servicio de recogida de basuras a ese grupo empresarial, en 2011.

Concretamente, ese servicio de limpieza de calles y playas, recogida y transporte de residuos urbanos fue renovado a GBI Serveis, que lo tenía adjudicado, en un pleno convocado “in extremis” un mes antes de las elecciones municipales de 2011.

La adjudicación urgente a la empresa GBI Serveis, por un período de diez años y a razón de 7,9 millones por cada ejercicio, se acordó en un pleno extraordinario el 13 de abril de 2011, el último del mandato y que presidió el exconcejal de Urbanismo Josep Valls -también condenado en el “caso Clotilde”- porque Xavier Crespo excusó su asistencia.

GBI Serveis, empresa que lleva las iniciales de su propietario, Gustavo Buesa Ibáñez, ya tenía la concesión del servicio de residuos en Lloret, y los grupos de ERC e ICV-EUiA se opusieron a la renovación argumentando que esta era precipitada, ya que se podía haber prorrogado sin necesidad de concurso durante un año más, a la espera de que el equipo de gobierno salido de las elecciones convocara un nuevo proceso de adjudicación.

La adjudicación del servicio de basuras a GBI se aprobó finalmente con los votos favorables de los grupos de CiU, PSC, PP y los independientes GRILL, en vísperas de las elecciones de las que salió un nuevo alcalde convergente, Romà Codina, porque Crespo no volvió a presentarse.

GBI Serveis fue la única empresa que presentó una oferta, lo que fue criticado por los grupos de ERC e ICV-EUIA, que sostuvieron que de esta forma se había evitado una puja entre empresas que permitiera rebajar el precio de la concesión.

De hecho, de acuerdo con las bases del concurso, el presupuesto de licitación se situaba en 7.995.185 euros anuales (sin contar el IVA), que podrían haberse modificado a la baja, aunque finalmente la oferta final se quedó en 7.918.054 euros (IVA aparte).

La concesión incluía la gestión del servicio de limpieza viaria, recogida y transporte de residuos sólidos urbanos, centro de recogida de residuos, limpieza de playas, mantenimiento y limpieza de áreas de recreo y gestión del depósito controlado de escombros de Lloret de Mar.

Gustavo Buesa, empresario que hizo donaciones a la fundación Catdem, vinculada a CiU, permanece imputado en la causa de la Audiencia Nacional que investiga a Jordi Pujol Ferrusola por el pago de presuntas comisiones al primogénito del expresidente de la Generalitat, con el que el empresario comparte negocios, algunos de ellos en México.

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