La oposición bielorrusa sin representación parlamentaria en unos criticados comicios

La oposición bielorrusa no ha logrado ningún escaño en la Cámara de Representantes (cámara baja) del Parlamento en las elecciones legislativas del domingo, según informó este lunes la Comisión Electoral Central (CEC).

A la cámara accedieron representantes de tres partidos oficialistas y del movimiento “Blanca Rus”, según explicó la presidenta de la CEC, Yelena Yermóshina, criticada en numerosas ocasiones por la oposición y los observadores occidentales por la falta de transparencia en los comicios bielorrusos.

En las elecciones legislativas de 2016 dos opositores entraron en la cámara de 110 escaños, que en los últimos años ha presentado contados proyectos de ley.

Ambas diputadas, Anna Kanopátskaya y Aliona Anisim, no pudieron presentarse en esta ocasión, ya que sus candidaturas fueron rechazadas por defectos de forma.

Un 77,22 % de los bielorrusos acudieron a votar en unos comicios que se celebraron en medio del acercamiento entre el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, antaño considerado el último dictador de Europa, y Occidente.

Lukashenko, que anunció el domingo al depositar su voto que se presentará a la reelección en 2020, aseguró que se sentiría “decepcionado” si los observadores occidentales no reconocían los comicios como democráticos, aspecto clave para el levantamiento parcial de las sanciones estadounidenses.

Al respecto, la misión conjunta de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE (ODIHR, por sus siglas en inglés) y las asambleas parlamentarias de la OSCE y del Consejo de Europa criticó hoy en su informe postelectoral el proceso de escrutinio y puso en duda la veracidad de los resultados.

“Estas elecciones han demostrado una falta de respeto general por los compromisos democráticos. En un país donde el poder y la independencia del Parlamento es limitada y las libertades fundamentes están restringidas tanto para los votantes como para los candidatos, las elecciones parlamentarias corren peligro de convertirse en una formalidad”, dijo Margareta Cederfelt, coordinadora especial de la misión de observadores de la OSCE.

Los observadores occidentales llamaron la atención sobre los obstáculos al registro de partidos y la celebración de actos públicos durante la campaña electoral y el hecho de que el censo electoral no es público, y criticaron como en anteriores ocasiones la votación por adelantado, en la que en Bielorrusia participa gran parte del electorado.

Mientras, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa llamó a Minsk a introducir reformas legales, lo que consideró crucial para garantizar la “estabilidad a largo plazo en Bielorrusia”.

Los observadores occidentales desaprobaron la victoria de Lukashenko en las elecciones presidenciales de 2015 y acusaron a Minsk de cumplir sólo parcialmente las promesas democráticas tras las legislativas de 2016.

Lukashenko admitió el domingo que las relaciones con Rusia son ahora muy tensas, mientras el actual deshielo con Occidente ha llevado al levantamiento de las sanciones europeas y al acuerdo con EEUU para el intercambio de embajadores tras once años de paréntesis.