Oposición pide “denunciar atrocidades” del presidente de Nicaragua

La opositora Unidad Nacional Azul y Blanco de Nicaragua llamó hoy a “denunciar” a través de Twitter “las atrocidades” del Gobierno nicaragüense, aprovechando que este jueves la OEA celebrará una sesión extraordinaria para tratar la crisis que vive el país.

“Todos hoy en nuestras redes utilizando la referencia #OEAenNicaragua, denunciemos las atrocidades cometidas por el régimen Ortega Murillo”, indicó la Unidad en sus redes sociales, plataformas desde donde acostumbran emitir sus pronunciamientos.

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrará este jueves una sesión extraordinaria para abordar la situación de Nicaragua tras la salida del país de unos organismos de supervisión que dependían de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El pasado 19 de diciembre, el Gobierno de Daniel Ortega dio por concluida la presencia en el país de los representantes del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), que vigilaba la situación de los derechos humanos.

También declaró extinto el tiempo de trabajo del llamado Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH, que tenía como objetivo ayudar en las investigaciones judiciales de las muertes registradas durante la crisis que estalló en abril pasado.

La sesión extraordinaria del jueves tiene como objetivo la “consideración de la situación en Nicaragua”, así como la presentación ante el Consejo Permanente del informe elaborado por el GIEI, según el cual existen pruebas para argumentar que el Gobierno de Ortega habría incurrido en “delitos de lesa humanidad”.

“Exijamos que se tomen las 23 recomendaciones que el GIEI emitió en su informe”, resaltó la Unidad.

Entre las recomendaciones del GIEI está el llamado a los países de la OEA y de la ONU a que “inicien investigaciones, y en su caso juzguen, a los responsables de los referidos crímenes en el marco de la jurisdicción universal y conforme la legislación interna de cada país”.

Según las cifras del GIEI, entre el 18 de abril y el 30 de mayo pasados ocurrieron al menos 109 muertes -95 de ellas por disparos con armas de fuego-, mientras que más de 1.400 personas resultaron heridas y más de 690 fueron detenidas.

Desde abril pasado Nicaragua vive una crisis sociopolítica que, según organismos humanitarios ha dejado de 325 a 545 muertos en el marco de protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, quienes reconocen 199 víctimas.

Los organismos también hablan de 674 “presos políticos”, frente a 340 que acepta el Gobierno, y que clasifica como “terroristas”, “golpistas” y “presos comunes”.

A esos datos los defensores de los derechos humanos suman cientos de desaparecidos y funcionarios echados de sus trabajos, miles de heridos, y decenas de miles de exiliados.

El Gobierno de Ortega niega las acusaciones de graves abusos contra manifestantes lanzadas por entes como la CIDH y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), y se dice objeto de un intento de golpe de Estado.

Las protestas contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril pasado, tras 11 años de Gobierno continuo, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, tras el saldo mortal de las manifestaciones.