La oposición georgiana decide paralizar el Parlamento tras multitudinario mitin

La oposición georgiana decidió hoy bloquear la labor del Parlamento tras un mitin en el que varios miles de personas demandaron elecciones anticipadas, después de que el Gobierno incumpliera esta semana su promesa de aprobar por ley el sistema electoral proporcional de cara a los comicios legislativos en 2020.

“A partir de ahora no permitiremos entrar en el Parlamento ni a un solo representante del gobernante Sueño Georgiano”, anunció Gueorgui Ugulava, líder del partido Georgia Europea, en la Avenida Rustaveli, la más importante de la capital.

El opositor hizo estas declaraciones después de poner candado a todas y cada una de las puertas del Parlamento, controlado por la formación Sueño Georgiano desde que desbancara en 2012 al entonces presidente, Mijaíl Saakashvili, principal aliado de EEUU y enemigo acérrimo del Kremlin.

Ugulava, antiguo alcalde de Tiflis, no se quedó ahí. “Seguidamente, haremos lo mismo con la sede del Gobierno, el Ayuntamiento y todos los edificios públicos en las regiones”, adelantó.

El Movimiento Nacional Unido (MNU) de Saakashvili y otras formaciones cercanas congregaron hoy a unas 10.000 personas frente al Parlamento en una campaña de protestas indefinidas, ante la que el Gobierno ha reaccionado hasta el momento con extrema precaución.

El líder del partido opositor, el antiguo ministro de Exteriores Grigol Vashadze, expuso las condiciones de la oposición: “Elecciones anticipadas, dimisión del Gobierno, nombramiento de un Ejecutivo provisional y expulsión de funcionarios corruptos de la comisión electoral central”.

“¡Nosotros tenemos nuestro Maidán!”, comentó a Efe uno de los activistas que pasó la noche en una de las veinte tiendas de campaña que componen la ciudadela organizada frente al Parlamento por grupos juveniles cercanos a Saakashvili, que ha apoyado las protestas desde su exilio en Ucrania.

Además de símbolos nacionales, los manifestantes portan banderas de Estados Unidos y la Unión Europea, ya que acusan al líder del partido gobernante y hombre más rico del país, Bidzina Ivanishvili, de ser un “oligarca prorruso”.

Uno de los miembros del MNU, Nugzar Tsiclauri, se mostró convencido de que las autoridades se verán obligadas a hacer “concesiones” si la protesta es realmente multitudinaria, mientras los analistas advierten de que, si el Gobierno no pone fin a la crisis, el país puede verse abocado al enésimo cataclismo en su corta historia.

Aunque el Ministerio del Interior había alertado contra las provocaciones y el vicepresidente del Legislativo, Gueorgui Volski, aseguró que los dirigentes opositores actúan “ilegalmente”, estos siguieron hoy adelante con sus planes y bloquearon el centro de la ciudad.

“Veo en las calles muchas personas agresivas. Puede haber provocaciones por su parte. Hay que tener mucho cuidado”, comentó Roman Kakulia, diputado gobernante.

De la misma opinión es la veterana política Ninó Burdzhanadze, antigua aliada de Saakashvili y expresidenta del Parlamento, aunque aseguró que el partido oficialista cometió “un error fatal”.

“Protestamos contra la transformación del país en un Estado feudal”, señaló.

El Gobierno prometió la reforma del sistema electoral, después de que en junio las airadas protestas contra una visita de una delegación de diputados rusos desembocara en asaltos al Parlamento y desencadenaran una crisis política.

Los opositores decidieron volver a salir a la calle el 14 de noviembre después de que el Legislativo fuera incapaz de adoptar el sistema proporcional, que debía sustituir al vigente, mixto, en las elecciones legislativas del próximo año.

Sueño Georgiano culpó del fracaso a los diputados mayoritarios, que no quieren perder sus prebendas, ya que en estos momentos 77 legisladores son elegidos por listas de partidos y 73 por circunscripciones mayoritarias.

“Todo indica que habrá elecciones anticipadas. Y en qué sistema dependerá de las consultas entre las autoridades y los socios occidentales”, comentó a Efe el diputado independiente Leván Koberidze.

Una docena de diputados han abandonado ya la mayoría parlamentaria, incluidos los seis miembros de la fracción conservadora.

El conocido analista político Vladímir Bozhadze comparó la situación actual con la Revolución de las Rosas en la que Saakashvili derrocó a Eduard Shevardnadze (2003).

“Entonces, toda la sociedad demandaba cambios. Y ahora sólo la oposición exige elecciones anticipadas. En nuestro país ya es hora de entender la fuerza de la papeleta electoral. ¡La era de los golpes de Estado y de las revoluciones ha terminado!”, declaró a Efe.

En la misma línea, son muchos los que en Tiflis están cansados de que los grandes problemas del país se resuelvan “en las calles” y no en las urnas.

“Yo no pienso ir al mitin y nadie de mis amigos acudirá. Son ya treinta años que Georgia se encuentra en ese círculo vicioso. Estamos hartos. Ya es hora de aprender democracia”, señaló el empresario Gueorgui Liparteliani, a lo que la guía turística Irina Baramidze respondió que nadie vendrá e invertirá en un país donde encienden hogueras en la principal plaza.

Misha Vignanski