La oposición rechaza la “innecesaria” y “vergonzosa” reforma del aborto

Los grupos de la oposición han rechazado hoy en el Congreso el anteproyecto de reforma de la ley del aborto al considerarlo, entre otros calificativos, de “innecesario”, “vergonzoso” y “machista”, ante la defensa que ha hecho del texto el PP, que ha estimado que la norma no resta derechos a las mujeres.

En la reunión de la Diputación Permanente de la Cámara Baja, el PSOE ha pedido la celebración de un pleno extraordinario para debatir y votar una iniciativa que reclama retirar el anteproyecto, y la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y de los ministros de Justicia y Sanidad.

A Alberto Ruiz-Gallardon y Ana Mato, también les han pedido explicaciones de forma urgente sobre la reforma IU y el BNG.

Durante el debate, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha destacado que este asunto es lo suficientemente grave como para que se debata con urgencia en el Congreso, por ser una norma “absolutamente impropia de nuestro siglo”.

Asimismo, ha arremetido contra el PP por tratar a las mujeres “como personas incapaces” a las que se les arrebata una decisión que les corresponde. “Dejar de ser libre cuando una lo ha sido antes es casi insoportable y las mujeres españolas somos muy sensibles al ruido de las cadenas”, ha aseverado.

Valenciano ha incidido en que los 'populares' “nunca” han aprobado una norma que suponga un avance para los derechos de las mujeres y ha opinado que el anteproyecto “vergonzoso” y “machista” ha provocado una fractura en la sociedad y, probablemente, en el propio seno del PP.

La diputada del PP Sandra Moneo ha sostenido que ni la ley actual de plazos otorga derechos a las mujeres ni el anteproyecto aprobado por el Gobierno “se los quita”, al tiempo que ha insistido en que “nadie obliga a las mujeres a ser madres”.

“Siguen enredados y obsesionados en negar la evidencia, lo que médicos y científicos vienen acreditando día a día, que detrás de un embarazo hay una vida y que detrás de un aborto se esconde el fin de esa vida”, ha respondido Moneo.

Ha abundado en que la vida del no nacido debe ser protegida “desde el primer momento” y ha asegurado que su grupo no tiene “miedo” al debate, como a su juicio tiene el PSOE, al que ha acusado de romper el consenso en esta materia.

Desde la Izquierda Plural, la diputada Caridad García ha hecho hincapié en que este anteproyecto ha sido “contestado dentro y fuera” del PP porque atenta contra el derecho a decidir de las mujeres y sitúa a Gallardón, “en el primer puesto de los sectores más involucionistas de esta sociedad”.

“Nos quieren condenar al ostracismo de decidir por nosotras mismas”, ha afirmado García.

La diputada del BNG Olaia Fernández Davila se ha mostrado alarmada ante el “alto nivel de involución” que supone el anteproyecto del Gobierno, una ley “tan reaccionaria” que no sólo es criticada por la izquierda, sino “desde a propia derecha”.

Por su parte, los diputados del Grupo Mixto Jon Iñarritu (Amaiur) y Joan Tardà (ERC) también han reclamado la retirada de esta ley y éste último ha dicho: “Gallardón y Rouco arderán eternamente en el infierno”, al preguntarse por qué han esperado dos años para aprobar la reforma si defienden que “abortar es matar”.

En el turno de fijación de posiciones, en el grupo catalán, al tener libertad de voto para cuestiones que afectan a la moral individual, han intervenido los portavoces de Unió, Josep Sánchez Llibre, y de Convergencia, Pere Macias.

Sánchez Llibre ha anunciado que votará a favor de las comparecencias pero no de la celebración de un pleno extraordinario, en tanto que Macias apoyará las peticiones de los grupos y ha estimado que el texto del Gobierno supone “un auténtico viaje de regreso a un pasado oscuro y lejano”, es “innecesario” y “clasista”.

Para Rosa Díez (UPyD), el aborto no es un asunto ni de izquierdas ni de derechas, “va mucho más allá”, al ser un derecho personal, y ha criticado el fondo y la forma del texto presentado por el titular de Justicia, por lo que ha pedido su retirada.

El PNV no comparte el fondo de las modificaciones propuestas por el Gobierno porque nos devuelven a tiempos anteriores.