El retorno de un opositor evidencia la lucha política y judicial en Bolivia

La vuelta este viernes de José María Leyes a la Alcaldía de Cochabamba, una de las principales ciudades de Bolivia, marca un hito en los procesos que entremezclan causas judiciales con la lucha política en el país entre partidarios y detractores del expresidente Evo Morales.

El caso de José María Leyes, aún sin cerrar, es denunciado por los afines a Morales como un ejemplo de corrupción de otros partidos, mientras que los contrarios al expresidente lo ponen como una muestra de persecución política durante la era de Morales.

EL REGRESO A LA ALCALDÍA

“Estoy muy emocionado y agradecido con Dios que me da la oportunidad de recuperar mi libertad”, dijo Leyes a los medios antes de ingresar al edificio municipal rodeado de sus seguidores, a los que saludaba y agradecía constantemente.

Un juez dispuso en la víspera la suspensión de su detención domiciliaria por dos casos relacionados con la compra de mochilas escolares, por los que en 2018 Leyes debió abandonar el cargo y afrontar periodos de detención en un penal y también en su domicilio.

A pesar de que el proceso judicial se mantiene, Leyes tiene la posibilidad de afrontarlo en libertad, aunque con medidas preventivas como el arraigo y la prohibición de contactarse con otros implicados en la investigación.

Antes de ingresar a su despacho se le colocó un casco blanco sobre la cabeza, que simboliza a los administrativos o especialistas que están a cargo de una obra.

“Vamos a recuperar todo este tiempo”, declaró Leyes en otro contacto con los periodistas dentro del edificio municipal, donde apuntó al Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales por robarle la posibilidad a Cochabamba de que su alcalde trabaje por la ciudad.

El alcalde restituido mencionó que “no hay impedimento legal” para que resuma su cargo, ya que también el Tribunal Constitucional del país se ha pronunciado sobre un recurso de nulidad que le fue favorable y diluye las suspensiones para ejercer como alcalde.

LA POLÉMICA POLÍTICA

Leyes formaba parte del Movimiento Demócrata y Social (MDS), el partido de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, hasta que en octubre del año pasado, diez días antes de las elecciones nacionales luego anuladas, se lo suspendió de su cargo.

Aquel momento se justificó que la medida correspondía a una separación de Leyes como dirigente y militante del partido, por sus problemas judiciales y por las conductas que había tenido con su formación política, que entonces alentaba la candidatura presidencial del senador Óscar Ortiz.

El alcalde cochabambino se suma a una apreciable lista de exautoridades bolivianas y opositoras a Morales que han vuelto a la vida pública, muchas al regresar al país tras exiliarse por causas penales que el anterior Gobierno había abierto en su contra.

Entre ellos están los exgobernadores Manfred Reyes Villa, José Luis Paredes, Mario Cossío y el prefecto Leopoldo Fernández, que recientemente recobró su libertad tras once años de reclusión preventiva y domiciliaria.