Seis países de Asia-Pacífico acuerdan mayor cooperación contra el EI

Representantes de Australia, Brunei, Filipinas, Indonesia, Malasia y Nueva Zelanda acordaron hoy aumentar la cooperación y el intercambio de información para combatir la amenaza en la región de grupos afines al Estado Islámico (EI).

La reunión se celebró en la localidad indonesia de Manado, en la isla de Célebes, una de las zonas de Indonesia más cercanas a la isla filipina de Mindanao, donde desde hace más de dos meses el Ejército filipino se enfrenta a combatientes yihadistas en Marawi.

“El colapso del califato en Oriente Medio, el regreso de combatientes extranjeros a nuestra región y la prevalencia en el aumento del terrorismo transfronterizo es una amenaza que se está volviendo más grave”, dijo el fiscal general de Australia, George Brandis en rueda de prensa.

Según Brandis, en la reunión se acordaron medidas para “aprender los unos de los otros” en campos como inteligencia, zonas de conflicto o el tratamiento de prisioneros.

También se acordó una mayor cooperación en programas de desradicalización, en la relación con compañías de redes sociales o aplicaciones de mensajería utilizadas por los activistas o estudios comparativos de la legislación antiterrorista de cada país, según un comunicado conjunto emitido tras el encuentro.

Brandis compareció junto al ministro indonesio responsable de seguridad, Wiranto, que destacó el acuerdo sobre “la importancia de la cooperación con las comunidades, el papel de la mujer (en grupos insurgentes), la educación y el desarrollo económico”.

Los seis países acordaron repetir de forma periódica esta reunión sobre prevención del terrorismo en la región y fijaron el próximo encuentro en 2018.

La cita reunió a ministros y altos cargos relacionados con la seguridad en Manado, punto clave de una de las rutas marinas que grupos afines al EI utilizan entre Indonesia y Filipinas.

En Marawi, los combates entre Ejército y combatientes del llamado grupo Maute, apoyados por yihadistas locales y extranjeros, han causado 630 muertos desde que los insurgentes tomaron esa ciudad del sur de Filipinas el pasado 23 de mayo.

Un centro estratégico indonesio alertó la semana pasada del creciente riesgo de ataques yihadistas en otras ciudades de Filipinas, así como en Indonesia y Malasia.