Pakistán acepta liberar al antiguo número dos de los talibanes afganos

Las autoridades de Pakistán han decidido liberar al antiguo número dos de la dirección de los talibanes afganos, Abdul Ghani Baradar, que permanece encarcelado desde 2010, dijo hoy a Efe una fuente de Exteriores paquistaní.

La fuente afirmó que la decisión, solicitada por el Gobierno afgano para facilitar el proceso de paz en el país centroasiático, surgió después de una conferencia de seguridad mantenida el pasado lunes por los grandes partidos políticos paquistaníes.

“Se he decidido la excarcelación, pero no se ha especificado cuándo o si el detenido será entregado o no a las autoridades afganas”, detalló la fuente de Exteriores.

La liberación de Baradar, considerado número dos de la milicia afgana cuando fue arrestado en una operación de las inteligencias paquistaní y estadounidense, es vista por Kabul como un elemento que puede acercar posturas con la insurgencia y facilitar el diálogo.

Según medios locales, el asunto de la liberación fue abordado entre bambalinas durante la visita a Pakistán del presidente afgano, Hamid Karzai, el pasado 26 de agosto.

La peticiones afganas empezaron a dar sus frutos el pasado fin de semana con el anuncio de Islamabad de la inminente liberación de siete milicianos detenidos en Pakistán, que se unen a otros 26 insurgentes afganos excarcelados a finales del año pasado.

Pakistán ha accedido hasta ahora con cuentagotas a las demandas afganas de liberar a los talibanes afganos que mantiene en sus cárceles y, para disgusto de Kabul, los excarcelados por Pakistán no han sido entregados a las autoridades del país vecino.

Según fuentes oficiales citadas hoy por el diario local “Dawn”, es probable que el mulá Baradar también sea puesto en libertad sin más.

Los compañeros de filas de Baradar afirmaron tras la visita de Karzai a Islamabad que la liberación de prisioneros es “un buen paso, pero no aportará nada al proceso de paz”, según palabras de miembros del movimiento citadas por la agencia afgana AIP.

“Incluso el mulá Baradar carece de importancia en la actualidad”, afirmaron las fuentes de la insurgencia, quien recalcaron que, tras su paso por prisión, el antiguo número dos es “un talibán del montón”.

El proceso de paz afgano está en punto muerto después del fracaso en julio de la segunda iniciativa de diálogo impulsada por Estados Unidos en el emirato de Catar, donde los talibanes abrieron una delegación oficial, aunque la negociaciones no llegaron a cristalizar.

Las tropas lideradas por la OTAN en Afganistán se hallan en proceso de retirada desde 2011 y se prevé que la salida culmine en 2014, cuando la seguridad del país quedará íntegramente en manos de las fuerzas afganas.