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“El peligro es que por razones de supervivencia individual se acepte el chantaje de Rajoy”

Íñigo Errejón, en su despacho del Congreso tras la primera votación de investidura de Rajoy.

Aitor Riveiro

El portavoz de Unidos Podemos, Íñigo Errejón (Madrid, 1983), recoge en su despacho pasadas las 20.30 del miércoles tras un largo primer debate de investidura. El resultado, como era de esperar, un rechazo a Mariano Rajoy. Errejón analiza el panorama que se abre hasta las elecciones vascas y gallegas y reclama una movilización social y cultural que impida a los sectores “más conservadores del PSOE intentar que su partido se pliegue al esquema de Rajoy”.

¿Ve en el discurso de Pedro Sánchez una puerta abierta a una opción que desbloquee la situación?en el discurso de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez ha venido a intentar no mojarse. A decir que no va a votar a Rajoy. Pero deja sin deshacer el nudo de la estrategia Rajoy, que no ha venido a convencer ni a los españoles ni al Parlamento de que es un buen candidato ni un posible buen presidente. Ha venido a intentar resignar a los españoles, medio aburrirles. A decirles “o yo o el vacío”, que en este caso se presenta con unas elecciones el 25 de diciembre. Por eso no basta con decirle a Rajoy que sus políticas no son buenas y los motivos por los que no le va a votar. Sánchez le ha dicho “no le vamos a votar pero no hay otra cosa”.

Pablo Iglesias ha dedicado parte de su discurso a Pedro Sánchez y a tenderle la mano. Pero el líder del PSOE no les ha mencionado ni una vez en su turno. ¿Cómo lo interpretan?ha dedicado parte de su discurso a Pedro Sánchez

Ni el PSOE ni Pedro Sánchez, que son dos identidades que no siempre coinciden, tenían una decisión tomada que expresar. Todas las fuerzas de la Cámara, excepto el PSOE, han aclarado dónde están. Y era el PSOE el que tenía que decidirlo. Nos parece lógico que esperaran a que fracasara Rajoy, pero ya estamos en eso. El PSOE decide casi cómo se resuelven todos estos meses de impasse. Y solo hay dos opciones, que basculen hacia el cambio político en un Gobierno con nosotros, que claramente hay muchas presiones para que no lo haga, o que acabe sucumbiendo al proyecto de la gran coalición. Quien mejor representa esto es Ciudadanos, cuyo único proyecto es juntar a los dos grandes partidos viejos, excluirnos a nosotros y reformar por arriba de forma superficial. El PSOE es el que va a decidir.

¿Y cree que lo hará?

El peligro es que por razones de supervivencia individual se aceptara el chantaje de Rajoy. No por el resultado de cada partido sino porque el resultado de lo que está pasando en España es que para mucha de la gente que se había ilusionado y emocionado estos meses están siendo de desgaste acelerado. Eso es algo bueno siempre para las fuerzas conservadoras. Lo peor es la marejada de desencanto por la cual una buena parte de la población culturalmente más dinámica, los más jóvenes sobre todo, digan que están cansados y la gente más refractaria y las generaciones más mayores vayan a votar por el orden y lo malo conocido.

¿Peligro de supervivencia individual de Pedro Sánchez?

Algo así.

Hablan de que Pedro Sánchez intente una alternativa con ustedes pero los números tampoco dan. ¿En qué combinación están pensando?

El núcleo tendría que ser un acuerdo de gobierno entre PSOE y nosotros.

¿Un Gobierno de coalición o de qué tipo?

En la fórmula que fuera, pero algo que fuera más allá de la investidura. Un acuerdo al que después le den su apoyo parlamentario diferentes fuerzas: ERC, el Partit Demòcrata Català (la antigua Convergència) y el PNV.

¿Y Ciudadanos?

Ciudadanos también puede decidir dar la abstención para desbloquear pero ya han dicho prácticamente que tienen dos misiones en la política española, juntar al bipartidismo e intentar que en ninguna combinación entremos nosotros. El PP y el PSOE muestran que tienen intereses como partido, pero Ciudadanos tiene como único interés el saneamiento general del régimen y que se mantengan las cosas como están. Nosotros se lo pediríamos pero hace falta un acuerdo con partidos vascos y catalanes.

Parece una entrevista de marzo, pero ese acuerdo con partidos vascos y catalanes ya fue rechazado en la anterior legislatura por el PSOE. Son las mismas opciones que entonces. ¿Por qué ahora sí va a funcionar?

No estoy seguro de que vaya a funcionar.

¿Y por qué ahora sí iba a aceptar lo que no aceptó entonces?

Solo puedo decir que hay que seguir intentándolo. Con toda honestidad. No creo que haya más posibilidades. Pero creo que todos los que compartimos que la última legislatura de Rajoy ha sido de retroceso, de recortes en derechos sociales, de empobrecimiento, de precariedad y de retroceso también de la calidad democrática y la convivencia entre los distintos territorios del Estado español, sabemos que una siguiente legislatura sería nefasta.

Pero también sabemos que en un clima general de hastío presidido por el chantaje de Rajoy al Parlamento y a toda España las fuerzas conservadoras podrían salir reforzadas. No es muy halagüeño, pero solo podría decir que hay más urgencia porque puede cundir que el pluralismo no sirve y no funciona. Por la puerta de atrás nos están colando este discurso según el cual es más importante la gobernabilidad que la democracia.

¿Ve viable ese acuerdo por parte de las fuerzas catalanas y vascas?

Cuando han visto el tipo de acuerdo al que ha llegado Rajoy con Rivera, claramente de involución y recentralizador, tienen muchas razones aunque solo fuera para apoyar que se abra una alternativa basada en la idea de que con Rajoy sería peor.

¿Y cómo se deshace el nudo?

Este nudo solo lo puede deshacer el PSOE o una dinámica masiva, que me temo que no está a la orden del día, de movilización social. Que hubiera tal clima de movilización social o cultural que los partidos no tomaran las decisiones encerrados en sus sedes, sino que se impregnarían de lo que los sectores más organizados o más activos estuvieran diciendo.

¿Esos sectores están o se les espera?

Eso sectores llevan en reflujo de movilización seguramente desde 2012 o 2013. Un clima de más activación social o popular haría más difícil al PSOE o a los sectores más conservadores del PSOE intentar que su partido se plegara al esquema de Rajoy.

Desde el 26J han optado por mantenerse en un segundo plano. Cuando el viernes se certifique que Rajoy fracasa, ¿tienen previsto retomar esa iniciativa y hacer algún movimiento encaminado a deshacer ese nudo?

Habría que hacerlo, pero no van a ser los procedimientos, los documentos, las reuniones ni las fotos las que van a desbloquear la situación. Va a ser la voluntad y la decisión política. Hoy, excepto el PSOE, el resto de actores lo ha expresado claramente. En la anterior legislatura hubo un exceso de procedimentalismo en algunos momentos en los que no estaban claras las decisiones y la voluntad política.

Si no son fotos, documentos ni reuniones. ¿Qué iniciativa podría tomar Unidos Podemos?

Tenemos que reflexionar, pero lo fundamental es transmitir al PSOE en público y en privado que tiene que decidirse y que nosotros queremos que se decida por un Gobierno de cambio. Pero insisto en el componente social y cultural que me parece más importante para que no se abra paso una ola de hastío generalizado. Cuando en un país la gente que no se siente representada irrumpe en política y poco tiempo después dan un paso atrás, solo puede tener un significado cultural conservador. Y eso es malo para todos.

¿Habrá que esperar hasta las elecciones vascas y las gallegas del 25 de septiembre?

Rajoy no renuncia a presentar un segundo intento si el resultado de vascas y gallegas le permitiera imaginarse que de repente tiene más socios. Hoy hemos visto al PNV salir durísimo, pero no recuerdo declaraciones más duras contra Aznar como las de Arzalluz y le votó una investidura. Hay que esperar a ver qué número sale de Euskadi. Si el PNV tuviera la posibilidad de gobernar con los votos de PSE y PP, tendría más margen para un pacto Euskadi-Madrid. Del 2 al 25, una parte de la política española se juega en Euskadi.

¿Eso implica que si Pedro Sánchez quiere intentarlo tiene que moverse antes de esas elecciones?

No lo sé, es posible que Sánchez intente quemar etapas. En estas semanas le va a subir la temperatura por los pies pero intentará reducir su discurso a que son el no a Rajoy. Lo tiene complicado, pero Sánchez ha demostrado ser capaz de ir sobreviviendo a los tiempos y las semanas sin tener que comprometerse demasiado. No es descartable que espere, en contra de la sensación de urgencia.

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