La política madrileña, una trituradora de líderes

El próximo jueves se cumplen tres años de las últimas elecciones municipales y autonómicas madrileñas, un tiempo que se ha cobrado la “cabeza” de más de la mitad de quienes fueron número uno de las listas a la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital de los principales partidos políticos.

La escena política madrileña es hoy bien distinta a la de un ya remoto 24 de mayo de 2015 y son pocos los candidatos de aquellos comicios que “sobreviven”.

El partido que resultó ganador, que al menos logró ser la lista más votada tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento de Madrid, fue el PP y sus dos cabezas de cartel en aquellos comicios han abandonado la política: Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre.

La primera tuvo suerte y, por un escaño y gracias al apoyo de Ciudadanos, se convirtió en presidenta regional, pero el 25 de abril pasado renunció al cargo a raíz del escándalo de su ya famoso máster de la Universidad Rey Juan Carlos y tras la publicación de un vídeo de un supuesto hurto en un supermercado.

El 8 de mayo dejó su escaño en el Parlamento de Vallecas y, cuatro días después, la juez que investiga la presunta falsificación del máster la citó como investigada (imputada) el próximo 26 de junio por delitos de falsificación de documento público y cohecho.

A su compañera de 'ticket' electoral, Esperanza Aguirre, le fue peor en los comicios de hace tres años, porque, a pesar de ser la lista más votada en el Ayuntamiento de Madrid, la suma de concejales de Ahora Madrid y PSOE le concedieron el bastón de mando del mayor consistorio de España a Manuela Carmena y la otrora “lideresa” del PP madrileño se tuvo que conformar con ser la portavoz del principal grupo de la oposición municipal.

Experta en irse “a medias” -dejó la Presidencia de la Comunidad de Madrid en 2011, pero se mantuvo al frente del PP madrileño-, en esta legislatura, Aguirre también se ha ido por “entregas”.

Primero, el día de los enamorados de 2016, dejó de ser presidenta del PP de Madrid, por “responsabilidad política”, después de que la sede de su partido fuese registrada en el marco de la investigación del caso Púnica.

Un año después, en abril de 2017, Aguirre presentó su dimisión como concejal y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid al sentirse “engañada y traicionada” por el también expresidente madrileño Ignacio González, quien había ingresado en prisión por el caso Lezo.

En el PSOE tampoco han sido tranquilos estos tres años y, a los pocos meses de que los madrileños pasasen por las urnas, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de la capital, Antonio Miguel Carmona, fue destituido en pleno agosto por la secretaria general regional, Sara Hernández, y con el visto bueno de la dirección federal, que entonces lideraba Pedro Sánchez.

También fue destituido el que había sido candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, José Manuel López, un viernes por la tarde dos días antes del día de Navidad de 2016 por el Consejo Ciudadano de Podemos Comunidad de Madrid, encabezado por su secretario general, Ramón Espinar.

Tanto IU como UPyD perdieron su representación tanto en el Parlamento autonómico como en el Ayuntamiento de Madrid, por lo que muy pocos son los que aún se acuerdan de los candidatos de ambas formaciones: Luis García Montero aspiraba a la Comunidad como cabeza de cartel de IU, cuya candidata a la Alcaldía era Raquel López, mientras que UPyD concurrió con Ramón Marcos como número uno a la Asamblea y David Ortega al Ayuntamiento.

Así pues, tres años después, los candidatos de aquellas elecciones madrileñas que sobreviven son Ángel Gabilondo, Manuela Carmena, Ignacio Aguado y Begoña Villacís.

¿Cuántos de ellos repetirán como candidatos en los comicios de 2019? Es arriesgado aventurarse, porque, primarias mediante y pendientes de que acepten volver a figurar en los carteles, un año, en política, es toda una eternidad, y más aún en la madrileña.