Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

¿Qué es la “mafia del canapé” por la que ha preguntado Irene Montero al ministro Catalá?

La portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero.

Andrés Gil

“Buenos días, señor ministro, ¿le consta a usted la existencia de la llamada mafia del canapé?”

Ésta es la pregunta que ha formulado Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos-En Comú-En Marea, en la sesión de control de este miércoles, al ministro de Justicia, Rafael Catalá.

Pero, ¿qué es la mafia del canapé?

“Son los actos banales en los que se toman decisiones importantes para la vida de nuestros compatriotas”, según le explicó la propia Montero al Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, durante su comparecencia en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados el pasado 1 de marzo.

“Pues la verdad es que no, yo les alabo su capacidad creativa, pero no sé lo que es la mafia del canapé”, ha respondido el ministro de Justicia, Rafael Catalá, a Montero este miércoles en la sesión de control. “Se trataría de una red de influencia y complacencia de cargos judiciales para acercar al poder empresarial y político a través de actos de canapé, como comidas en restaurantes elegantes, recepciones o palcos de estadios de fútbol”, ha terciado Montero.

La jueza Victoria Rosell, ex diputada de Podemos, ya habló de “mafia del canapé” en la campaña electoral del 20D. Rosell fue víctima de una maniobra del juez Salvador Alba para perseguirla judicialmente.

La portavoz de Unidos Podemos-En Comú-En Marea, como viene haciendo Pablo Iglesias, ha relacionado la “mafia del canapé” con “la trama”, idea esbozada por el secretario general de Podemos en un post de Facebook: “La época que vivimos está marcada por la descomposición de una trama de intereses oligárquicos que trata de resistir los cambios y lucha por mantenerse en el poder. Trama bien podría ser la palabra que sirva para entender cómo corrupción e impunidad son significantes asociados a un modelo de desarrollo económico y de gobernanza que ha fracasado”.

La idea de trama, de “mafia del canapé”, como ocurría cuando se hablaba de la casta; de los “patriotas con banderas de España en la muñeca y el dinero en Suiza”; o “lo sinvergüenzas o chapuzas que son los de arriba” cumple con dos requisitos: es un significante susceptible de llenarse por cada uno –empresarios, políticos, estamentos diversos...– y, al tiempo, puede ir acompañado de nombres y apellidos, de señalamiento de responsables.

Montero, en la sesión de control, ha señalado a un grupo de empresas y empresarios como los integrantes de esta trama formada desde los Gobiernos de José María Aznar: “Según llega al Gobierno, Villalonga a Telefónica, Alierta a Tabacalera, Martín Villa, a Endesa, además de los vínculos de Aznar con Fainé de La Caixa y del proceso de concentración bancaria y de las constructoras, y le sonará también Francisco González en Argentaria y Blesa en Caja Madrid”.

En este sentido, Podemos matiene, así, viva la hipótesis populista en la línea que Iglesias explicaba en eldiario.es: “Lo fundamental para entender a Laclau es que lo político se identifica con el antagonismo, y que por lo tanto se puede identificar lo político con lo que él llama populismo. Lo político como construcción del antagonismo que se entiende en oposición a la política como gestión, como institución. Para Laclau, la construcción de lo político es eso: construir de alguna manera a partir de esas demandas inconexas que se vinculan como cadena equivalencial al significante flotante, que es el líder, un discurso. Y por eso es fácil entender el fenómeno Podemos: en un momento de crisis orgánica, de profunda desafección, Podemos construye el significante vacío y la agregación de demandas que conecta con un nuevo sentido común. De repente hay un instrumento electoral”.

Etiquetas
stats