La prensa lusa habla de una España dividida tras las elecciones generales

El resultado de las elecciones generales en España es visto en Portugal como una señal de división e incertidumbre en el país vecino, donde además encuentran semejanzas con su actual situación política.

Los comicios generaron durante los últimos días una gran expectación en suelo luso, tal y como reflejan hoy las portadas de los principales periódicos del país, que se hacen eco de lo sucedido al otro lado de su frontera.

“El resultado de las elecciones lanza incertidumbre sobre la gobernabilidad de España”, apunta en su primera página el diario luso “Público”.

En esta misma línea, el “Jornal de Notícias” habla directamente de que la cita con las urnas “deja a España dividida”, mientras que “Diário de Notícias” destaca las palabras del actual presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, quien volvió a ser el candidato más votado e intentará “formar un Gobierno estable”.

Desde las páginas “salmón”, el “Diário Económico” alerta de que el país vecino “se sumerge en la inestabilidad política” y “Jornal de Negócios” considera que los comicios “fuerzan las negociaciones” entre los partidos para que se pueda formar Gobierno.

La edición web del semanario “Expresso”, por su parte, califica de “amarga” la victoria de Mariano Rajoy y especula con una “solución a la portuguesa”.

Esta comparación con la situación política que resultó de las elecciones lusas del pasado mes de octubre se repite en varios medios, en referencia a la necesidad de que el partido más votado llegue a algún tipo de acuerdo con otras fuerzas para poder gobernar.

En Portugal, el candidato de la coalición conservadora que gobernaba el país, Pedro Passos Coelho, fue el candidato más votado y llegó incluso a formar Gobierno, aunque éste duró menos de un mes en el cargo, ya que los socialistas llegaron a un pacto inédito con la izquierda y lo derribaron en el Parlamento.

El jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva -en Portugal tiene amplias competencias a la hora de decidir la formación de Gobierno-, aceptó entonces nombrar primer ministro al líder socialista, António Costa, a pesar de mostrar sus reticencias sobre esta solución.