La presidenta de la Diputación de Barcelona: Los ayuntamientos hemos actuado antes que nadie

Los ayuntamientos fueron claves, yendo más allá de lo que les correspondía, durante la crisis de 2008 y ahora, con la pandemia, han vuelto a estar en primera línea, según la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, que ha dicho a EFE que los consistorios han actuado antes que ninguna otra administración.

“Nuestro papel ha sido y es vital y merece el máximo reconocimiento”, ha señalado en una entrevista la también alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que ha recordado que en muchos municipios los cargos electos compaginan su labor pública con otro trabajo y disponen de poco personal y recursos: “No somos responsables políticos que aparecemos en una pantalla de televisión. Estamos trabajando al pie del cañón, cerca de nuestra gente”.

Como presidenta de la Diputación, Marín ha subrayado el esfuerzo del ente para poner a disposición de los municipios todo tipo de recursos y medios, desde material sanitario hasta medidas de apoyo como los 50 millones de euros que han avanzado para que los ayuntamientos puedan hacer frente a las moratorias de impuestos.

En este sentido, la también dirigente del PSC ha admitido “dificultades” en la compra de material porque “por desgracia, en momentos de crisis como estos, a veces se mezclan intereses económicos y presiones políticas”, pero ha señalado que se han dirigido a proveedores “seguros y de confianza”.

Asimismo, sobre la compra centralizada de productos sanitarios del Gobierno, ha señalado: “Es evidente que no se puede dar una respuesta adecuada a esta pandemia si cada uno va por su cuenta y no se organiza la gestión”.

Además del apoyo a los ayuntamientos, la Diputación gestiona equipamientos y servicios como los parques naturales, que cerraron su acceso pero mantienen la actividad productiva de las empresas agrarias, y el centro residencial RESPIR para ancianos.

“El trabajo de nuestro personal en este centro ha sido extraordinario. Los primeros días tuvieron que trabajar sin suficientes condiciones de seguridad, debido a la falta de equipos de protección. Esto lo hemos podido ir solucionando”, ha reconocido.

En el caso de las residencias de L'Hospitalet, Marín ha explicado que han hecho “lo posible” para ayudar, solicitando la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME), repartiéndoles material y ofreciendo la bolsa de trabajadores para suplir bajas, y ha confiado en que la situación mejore “ahora que la Generalitat ha pasado las competencias en esta materia al departamento de Salud”.

En este sentido, sobre la actuación del Govern, la alcaldesa, que en distintas ocasiones ha manifestado su malestar por la gestión de las becas comedor o las residencias, ha evitado entrar en “nuevas polémicas” y ha subrayado que “los desacuerdos o diferencias que hayan podido haber son secundarios ante la gravedad de la situación, tenemos el reto de trabajar todos juntos para superar esta crisis”.

En cuanto al Gobierno, Marín ha valorado “positivamente” su gestión, destacando que ha tenido que tomar medidas drásticas y urgentes poco después de haberse constituido y ante una situación que ha alcanzado unas dimensiones inauditas e imprevisibles“.

Sobre el desconfinamiento, ha señalado que, “por lo que avanzan los técnicos y expertos”, tendrá que hacerse de forma gradual y ha augurado que “vienen unos meses especiales, en los que tendremos que acostumbrarnos a medidas y hábitos distintos a los de nuestras vidas hasta hace pocos meses”.

Imaginando el futuro tras la pandemia, Marín ha señalado que trabaja para que L'Hospitalet, Cataluña y España “sigan siendo lugares de bienestar y con calidad de vida” y ha rechazado “soluciones injustas” como las que se adoptaron en la pasada crisis.

“La vida habrá cambiado, sin duda, porque esta pandemia nos ha abiertos lo ojos ante nuevos riesgos globales. En cualquier caso, lo importante es que las respuestas que demos sean justas, equitativas e integradoras, que no profundicen las diferencias sociales y económicas, sino que nos permitan construir una sociedad más cohesionada y solidaria”, ha concluido.

Por Marc Corominas