El presidente de la Audiencia Nacional lamenta que la prescripción de asesinatos de ETA impida esclarecerlos

El presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, quiere seguir investigando los crímenes de ETA, pero advoerte de que la prescripción de esos delitos está suponiendo un impedimento para lograr su esclarecimiento.

Navarro ha participado en Bilbao en una jornada de análisis sobre la respuesta dada al terrorismo de ETA desde la Justicia, en la que también ha intervenido el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, y ambos han coincidido en resaltar su compromiso en avanzar para hacer justicia respecto a los atentados de esa organización.

El presidente de la AN ha insistido en su compromiso por garantizar el “derecho a la verdad”, intentando reconstruir los hechos y favoreciendo la justicia y la memoria de las víctimas.

“Haremos todo lo posible por intentar averiguar lo que ocurrió, favoreciendo la recopilación de nuevas pruebas como análisis de ADN, técnicas que quizás cuando ocurrieron los crímenes no se podían realizar y que ahora aportarán luz a la investigación”, ha señalado. El fiscal Carballo ha lamentado que en esa labor trabajan “contra el tiempo, por la controvertida prescripción del delito”.

ETA y yihadismo

El legislador español no fue previsor respecto a la necesidad de imprescriptibilidad y, por tanto, “no se puede aplicar hacia atrás” la ley, “y es algo contra lo que no podemos luchar”, ha lamentado Carballo.

Ambos han reflexionado sobre las diferencias de la lucha del Estado de derecho contra ETA y contra el yihadismo, fenómeno mucho más complejo, por imprevisible y por su alcance global. Carballo ha recordado que la colaboración policial y judicial con Francia fue suficiente para terminar con el terrorismo de ETA pero que el yihadismo exige cooperación internacional.

Navarro ha recordado que ETA actuaba en el ámbito nacional, con comandos ubicados a una zona geográfica concreta y una organización jerárquica, “más fácil de combatir” que en el yihadismo, “que es un terrorismo universal”, con miembros que usan las redes sociales e internet para adoctrinarse pero que pueden operar de manera espontánea y aislada.

“La novedad de esa nueva forma de terrorismo respecto a ETA es la implicación de personas de varios países”, ha destacado, como ocurrió en los atentados de Barcelona y Cambrils el pasado mes de agosto, ya que los miembros de esa célula que actuó en España tenían conexiones con Bélgica, Marruecos y Francia.

En concreto, la investigación ha constatado que el imán supuesto instigador de ese atentado vivía en Bélgica, otro de los miembros viajó a Marruecos días antes de los atentados y un tercero realizó una visita a París.

Sin embargo, todos los componentes de ese grupo fueron identificados y, “o están en prisión o están muertos”, por lo que el fiscal ha querido transmitir “cierta tranquilidad” al respecto.

Ha avisado además de la dificultad para la Policía y la judicatura de prever o investigar esos atentados ya que no requieren de infraestructura económica porque no compran armas y cualquier objeto les sirve para causar muertes.

Una persona puede autoadoctrinarse por las redes, jurar lealtad al ISIS o al Daesh y ser “terroristas en potencia sin necesidad de ir a Irak o Siria”, ya que ahora se les anima a actuar en sus respectivos países, ha alertado.

Pero el fiscal ha valorado que la Audiencia Nacional sea “pionera” en las medidas que está adoptando en la lucha contra ese tipo de terroristas, utilizando tecnología muy avanzada.