El presidente del Constitucional: el debate sobre el derecho a decidir debe respetar la Constitución

El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Francisco Pérez de los Cobos, ha señalado hoy en relación con el proceso soberanista en Cataluña que el “derecho a decidir” debe ser una “aspiración posible” y no se debe sofocar el debate, pero siempre de acuerdo con lo que marcan la Constitución y las leyes.

El magistrado ha hecho esa consideración en Murcia, durante la conferencia inaugural de la programación de la Fundación Mariano Ruiz-Funes, donde ha considerado que “no se puede sofocar el debate político que una parte de la sociedad catalana está pidiendo, pero ese debate debe hacerse desde el respeto a la Constitución y a la ley”.

En su opinión, una reforma de la Constitución es “necesaria” y es la mejor manera de garantizar su perdurabilidad y eficacia y de renovar el consenso social que legitima sus contenidos.

Esa posible reforma, ha dicho, debe ser el resultado de un proceso de debate y reflexión “sosegado” y objeto de una “amplia negociación política” que intente alcanzar el nivel de consenso que se logró en 1978.

La reforma constitucional debería evitar los errores cometidos entonces al redactar el texto, especialmente en el caso de la definición del modelo territorial de las autonomías, para evitar que este quede “abierto y al albur del juego partidario”.

Precisamente esa apertura del modelo territorial, ha señalado, ha supuesto un conflicto constante ante un modelo que “se está permanentemente haciendo” y que, a falta de una determinación política clara, se ha ido fraguando “a golpe de sentencias”.

Así, el Constitucional ha emitido más de mil sentencias relacionadas con conflictos de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas, y se han presentado también numerosos recursos de inconstitucionalidad relacionados con este aspecto.

Con esta situación, ha apuntado, se corre el riesgo de conformar un “estado jurisdiccional de las autonomías” y ha insistido en que para acabar con la “permanentemente provisionalidad” del mismo se requieren “pactos políticos” que saquen el debate de la territorialidad de “juego partidario”.