El presidente de Letonia presionó para el despido del director de Máxima

El presidente de Letonia, Andris Berzins, presionó para que el director de la cadena de supermercados Máxima en Letonia, Gintaras Jasinkas, fuera destituido por este grupo de capital lituano, después del trágico derrumbe que causó 54 muertos la semana pasada en Riga.

El director de Máxima Letonia fue despedido ayer “por decisión de los accionistas y en relación con el momento amargo y difícil que pasa el pueblo letón”, señaló el presidente del Grupo Máxima, Mindaugas Bogdanavicius, informó el portal informativo Delfi.

Según dijo hoy la portavoz del presidente letón, Liga Krapane, el mandatario “mantuvo una conversación informal en Vilna”, la capital lituana, con la presidenta de ese país, Dalia Grybauskaite, a la que expresó “la posibilidad de que se desarrolle una situación impredecible en Letonia con la cadena Máxima después de las declaraciones de su director”.

El presidente se refería a las polémicas palabras de Jasinkas, quien al comentar la dimisión anunciada por el Gobierno letón pocos días después de la catástrofe, aseguró que “dimite quien se siente culpable”.

Las declaraciones del director de la cadena en Letonia han causado una ola de indignación en el país báltico, que aún no se ha recuperado de la que ha sido la peor tragedia desde su independencia de la Unión Soviética en 1991.

La portavoz del presidente letón añadió que no sabe “hasta qué punto fue convincente”, pero “poco después de la conversación” que mantuvo con la presidenta de Lituania apareció la información sobre el despido del responsable de Máxima Letonia, Guintaras Jasinskas.

El Gobierno de Letonia anunció el miércoles pasado su dimisión en pleno tras asumir la responsabilidad política por el derrumbe del centro comercial Máxima en Riga, que costó la vida a 54 personas.

Poco antes también anunció su dimisión el secretario de Estado de Economía responsable de Obras, Juris Puce, después de que varios medios de comunicación vincularan al fondo benéfico de su esposa con la empresa que construyó el centro comercial derrumbado.

Después de ver la reacción a sus palabras, y antes de que fuera despedido, Jasinkas trató de matizarlas y aseguró que los medios de comunicación las habían tergiversado.

Añadió que lo que quiso decir es que “los trabajadores de la compañía se sienten moralmente responsables por la tragedia, pero no se consideran los principales culpables”, unas palabras que impidieron, momentáneamente, su destitución.