El presidente y líder rebelde de Sudán del Sur volverán a reunirse en Jartum

El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y el líder de la oposición armada, Riek Machar, se volverán a reunir el próximo 25 de junio en Jartum (Sudán), tras no llegar a ningún acuerdo que solucione el conflicto sursudanés en Adís Abeba, donde se han reunido por primera vez en dos años.

Así lo ha comunicado hoy el ministro de Asuntos Exteriores sursudanés, Deng Alor Kuol, tras la trigésimo segunda cumbre extraordinaria de los líderes de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo en el Este de África (IGAD), bloque regional de países que media en el conflicto de Sudán del Sur, celebrada ayer en la capital etíope tras la reunión el día anterior entre Kiir y Machar.

El presidente de Sudán, Omar al Bashir, tomará así el relevo como mediador del primer ministro etíope y presidente de turno de la IGAD, Abiy Ahmed, quien anunció esta nueva reunión ayer al final de la cumbre.

La IGAD mandará a Jartum un equipo técnico de preparación de la próxima reunión la semana que viene, que buscará una nueva ronda de diálogo entre los dos líderes que “asegure un resultado satisfactorio”.

La IGAD propuso ayer un acuerdo para presentar a los líderes del conflicto, en el que figuraba una participación de todas las fuerzas políticas sursudanesas en el Ejecutivo y el Parlamento, la creación de una nueva vicepresidencia, de unas fuerzas armadas conjuntas, y la garantía de un 35 % de participación femenina, incluida una vicepresidenta.

En la apertura de la reunión de ayer, el enviado especial de la IGAD a Sudán del Sur, Ismael Wais, expuso los progresos alcanzados, sobre todo en el ámbito de la seguridad, pero admitió muchos desacuerdos.

“Más allá del encomiable progreso en asuntos de seguridad, las partes siguen muy alejadas en temas de gobernanza”, dijo Wais, quien explicó que las dos partes coinciden en formar un comité común de seguridad de transición y unas fuerzas de seguridad y conjuntas.

Sin embargo, la oposición armada de Sudán del Sur, que lidera Machar, rechazó ayer la “imposición” de un plan de paz y subrayó que se necesita más tiempo para resolver la guerra civil que vive el país desde 2013.

“La imposición de un acuerdo a las partes no funcionará”, afirmó el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán en la Oposición (SPLM-IO, en sus siglas en inglés) en un comunicado.

Kiir y Machar están enfrentados desde diciembre de 2013, cuando el primero, de la etnia dinka, acusó a su entonces vicepresidente, de la tribu nuer, de orquestar un golpe de Estado para derrocarle.

A pesar de que ambos llegaron a un acuerdo de paz en agosto de 2015, los enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y los rebeldes estallaron de nuevo en julio de 2016, y la violencia se prolonga hasta la actualidad.

El conflicto ha causado miles de muertos y ha llevado el país al borde de la hambruna, con seis millones de personas sin acceso a alimentos suficientes y cuatro millones de desplazados.