El presidente alemán pide un debate abierto sobre la crisis de los refugiados

El presidente alemán, Joachim Gauck, criticó hoy en su tradicional mensaje navideño los ataques racistas a los centros de refugiados y exigió un “debate abierto” para dar una solución duradera a la acogida de peticionarios de asilo.

“Los incendios provocados y los ataques a personas indefensas merecen nuestra repulsa y deben ser castigados”, aseguró el antiguo pastor protestante, según el texto del discurso avanzado a los medios por Presidencia.

Sin embargo, añadió, es necesario debatir cómo se va a afrontar la llegada masiva de peticionarios de asilo al país en términos de integración y bienestar general, ya que este año han entrado en Alemania un millón de refugiados.

“Las diferencias de opinión no son una molestia para la convivencia, sino parte de la democracia”, asegura Gauck en la grabación que se emitirá esta Nochebuena.

De esta forma, hizo referencia al debate sobre la necesidad de imponer un tope máximo a la entrada de refugiados, y a las discusiones en torno a los potenciales problemas de integración de los recién llegados.

A juicio de Gauck, Alemania ha mostrado valores positivos en la forma en la que ha acogido a estos inmigrantes: “buena voluntad”, “profesionalidad” y también “capacidad de improvisación”, y aseguró que los miles de voluntarios que han colaborado son “la cara de un país bienintencionado y humano”.

El presidente alemán, que es una figura independiente y con un papel meramente protocolario, ya indicó en septiembre que la “capacidad de acogida” de su país es “limitada”, lo cual supone un “dilema fundamental” ante el derecho universal de asilo.

La postura de la canciller Angela Merkel en la crisis de los refugiados ha creado divisiones en la sociedad alemana, en la coalición de gobierno de cristianodemócratas y socialdemócratas, e incluso también en el seno del bloque conservador que la apoya.