El juez manda a prisión al etarra Lete Alberdi tras ser entregado por Francia

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha enviado a prisión al etarra José Ramón Lete Alberdi, extraditado por Francia, por pertenencia y colaboración con banda terrorista y en espera de comprobar que ya ha cumplido penas por esos delitos en el país galo.

Según han informado a Efe fuentes jurídicas, Lete Alberdi ha comparecido hoy ante el magistrado por esos delitos, pero aún tiene otras causas pendiente en el juzgado central de instrucción 4, del juez Fernando Andreu.

De hecho, el Gobierno español solicitó en 2011 la extradición de este etarra, detenido el 12 de diciembre de 2001 en la localidad gala de Auch, por delitos de asesinato y daños terroristas.

Se le acusa en España, entre otros atentados, de los asesinatos de tres policías en 1982, del concejal de UCD Ramón Baglietto en 1980 y del subteniente músico del Ejército de Tierra César Uceda Vera, el 21 de octubre de 1982 en Bilbao.

En la causa que lleva Velasco solo se le imputa pertenencia a ETA por las labores de entrenamiento de etarras que llevaba a cabo en Francia y, en el caso de que el magistrado compruebe que ya ha cumplido una pena carcelaria en ese país por los mismos delitos, acordará archivar esa causa contra él.

Y es que Lete Alberdi fue condenado en 2010 en Francia a 5 años de cárcel por haber constituido en el aparato militar de ETA una estructura dedicada a la formación de terroristas cerca de Pau entre septiembre de 2000 y noviembre de 2001.

El Tribunal Correccional de París que le condenó también dictaminó en ese momento la expulsión definitiva de Francia al término de la pena de prisión para Lete Alberdi, que estaba pendiente de ser extraditados a España.

Según concluyó la sentencia, Lete Alberdi y otro etarra, Juan Ramón Carasatorre Aldaz, eran los ocupantes de la casa alquilada por la banda en Serre Castet en la que al ser descubierta a comienzos de 2002 se encontró un arsenal con 430 kilos de explosivos, material para fabricar artefactos, armamento y diferente documentación.

Los peritos concluyeron en el juicio, a la vista de todo ese arsenal, que procedía en parte de robos a mano armada cometidos por la banda en fábricas de explosivos en Francia -y también en instalaciones de la Gendarmería-, que la casa de Serre Castet no se utilizaba como taller de fabricación de artefactos, sino como espacio “didáctico”.