El líder prorruso amenaza a Kiev con arrebatarle por la fuerza el este del país

El líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Alekxandr Zajárchenko, amenazó hoy a Kiev con arrebatarle militarmente la parte de la región que controlan las fuerzas gubernamentales si no se logra un acuerdo político.

“Siempre hemos dicho que la liberación de los territorios ocupados de Donetsk y Lugansk (regiones orientales de Ucrania) es nuestro objetivo común. Y siempre hemos dicho que es mejor hacerlo por la vía política. Pero si (en Kiev) no lo entienden, les recuerdo que lo podemos hacer por la vía militar”, dijo Zajárchenko.

El líder separatista advirtió que los bloqueos organizados por los radicales ultranacionalistas ucranianos en esos territorios “no da derecho a actuar por nuestra cuenta”.

Se refirió así al bloqueo de las vías férreas por grupos de radicales que impiden que el carbón producido en los territorios prorrusos se suministre al resto de Ucrania.

El Gobierno de Kiev declaró el miércoles el estado de emergencia energético ante un grave déficit de antracita, un tipo de carbón producido en los territorios rebeldes del este del país y cuya entrada a Ucrania bloquean los radicales.

El primer ministro ucraniano, Vladímir Groysman, llamó a ultranacionalistas a poner fin al bloqueo y recordó que algunas de las principales ciudades del país pueden quedarse sin electricidad si se acaba la antracita con la que funcionan sus centrales térmicas.

Las reservas actuales de antracita -un tipo de carbón que se emplea para producir más del 10 % de la energía eléctrica- podrían acabarse en un plazo de nueve días.

El 30 % de la energía de Ucrania “se produce en centrales térmicas, que dan calefacción a ciudades como Kiev, Chernígov, Járkov o Cherkassi. Es imposible suministrar energía a esas ciudades por otro medio. Disponer de carbón es básico”, advirtió esta semana Groysman.

El argumento que esgrimen los radicales para justificar el bloqueo es que el comercio con los territorios separatistas es una fuente de financiación para las milicias armadas prorrusas que combaten contra las tropas gubernamentales de Kiev.