Una nueva protesta de globos en las calles contra Daniel Ortega en Nicaragua

Una manifestación pacífica que consiste en lanzar a las calles globos de colores azul y blanco, alusivos a la bandera nacional de Nicaragua, fue puesta en práctica hoy en distintas ciudades, en protesta contra el presidente Daniel Ortega.

Distintas calles en las ciudades de Esquipulas, Granada, Jinotega, Managua, Masaya, Nueva Guinea y Telica, entre otras, amanecieron cubiertas de estos globos, rellenados con oxígeno.

Los globos, llamados “chimbombas” en Nicaragua, llevaban mensajes contra Ortega y su Gobierno escritos en el exterior, y algunos de ellos contenían papeles con reclamos hacia el presidente, así como confetis y arroz de colores azul y blanco, para sorprender a seguidores oficialistas dedicados a reventarlos.

Algunos de los mensajes rezaban “Democracia sí, dictadura no”, “Justicia y libertad”, “Que se vaya el hijo de p_”, “Nada está normal” o “Libertad para los presos políticos”.

Esta fue la segunda jornada consecutiva de protestas con globos contra Ortega, a pesar de que ayer al menos 10 personas fueron detenidas por lanzar chimbombas a las calles, según informaron medios de comunicación locales.

Organizaciones humanitarias han calificado a los detenidos en manifestaciones contra Ortega como “presos políticos”, ya que no fueron arrestados cometiendo ningún delito ni con orden judicial.

La protesta de los globos y los arrestos se dan en medio de una crisis sociopolítica que ha dejado entre 322 y 481 muertos en protestas contra Ortega desde abril pasado, según cifras de organismos humanitarios locales, extranjeros y multinacionales.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de “más de 300 muertos”, así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual.

Ortega ha negado cada uno de los señalamientos, solo reconoce 198 muertos y se ha declarado víctima de un “golpe de Estado”.

Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de 11 años en el poder.