El proyecto “Con el papa por Ucrania” recoge 16 millones de euros para ayudas

El Vaticano comunicó hoy que la campaña “Con el papa por Ucrania” lanzada hace dos años recogió 16 millones de euros y de ella se han beneficiado 900.000 personas que viven en las zonas más afectadas por el conflicto con Rusia.

El papa Francisco promovió en abril de 2016 lo que fue entonces una inédita colecta especial en todas las Iglesias católicas de Europa para aquellos que viven “el drama de las consecuencias de la violencia en Ucrania”.

Según un comunicado del dicasterio para la Promoción del Desarrollo humano integral de la Santa Sede, en estos dos años se han beneficiado 900.000 personas, “sobre todo de las zonas de conflicto y también en áreas con mayor presencia de desplazados, como Kharkiv, Dnipropetrovsk, Zaporizhia y Kiev.

Los fondos recogidos por las diócesis europeas se han utilizado sobre todo “para prepararse para el invierno en estas zonas donde se alcanzan los 25 grados bajo cero, con la instalación de calderas y reparto de mantas y ropa invernal, así como la reestructuración de casas, escuelas y centros sanitarios”.

Cerca de 6 millones de euros se han destinado a repartir medicinas, organización de ambulatorios móviles y maquinaria y otros 2,5 millones en productos alimenticios y de higiene.

Con la campaña “Con el papa por Ucrania”, el pontífice ha querido “mostrar su profundo afecto y solidaridad a todo el pueblo ucraniano y a los que sufren las dramáticas condiciones causadas por la guerra, sin distinción de religión, confesión o etnia”.

Del 14 al 18 de noviembre el titular de este dicasterio, el cardenal Peter Turkson, y el subsecretario, el español Segundo Tejado, viajaron a Ucrania para visitar algunos de estos proyectos nacidos tras la recogida de fondos.

Tejado visitó las regiones de Donetsk y de Kharkiv, entre las más afectadas por el conflicto, que comenzó en 2014 con la invasión de Rusia.

Por ejemplo, la Conferencia Episcopal Española recogió 1.620.789 euros, de estos 300.000 euros fueron aportados por los obispos y el resto fueron donativos de los fieles recaudados en una colecta especial en todas las iglesias de España.