Rajoy defiende ante líderes del G20 reconocimiento a víctimas del terrorismo

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, defendió hoy ante el resto de líderes del G20 un reconocimiento expreso a las víctimas del terrorismo, informaron fuentes españolas.

Rajoy planteó ese reconocimiento, que podría ser incluido en un documento de la cumbre del G20 de Hamburgo, en su intervención en la primera sesión de los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en esa ciudad portuaria alemana.

En esta primera reunión, sólo participan habitualmente los miembros natos del G20, no los países invitados ni los representantes de diversas instituciones.

España tiene el estatus de invitado permanente y no está incluida en la relación de los países cuyos líderes mantienen ese primer encuentro.

Pero, según fuentes españolas, hubo una invitación expresa a Rajoy por parte de la anfitriona de la cumbre, la canciller alemana, Angela Merkel, para que también estuviera presente.

Todos los líderes del G20 tuvieron una breve intervención inicial en torno a la lucha contra el terrorismo, y la de Rajoy, según las fuentes, incidió en la necesidad de que haya un reconocimiento expreso a las víctimas.

Ese agradecimiento pretende que el testimonio de las víctimas se contraponga al mensaje de violencia de los terroristas y que quede patente la solidaridad con ellas por parte de la comunidad internacional.

Una propuesta que ha venido planteando también España tanto en la UE como en otros foros internacionales, entre ellos la ONU.

Rajoy dedicó también parte de su intervención a hacer una llamada a la colaboración en la lucha contra el terrorismo en internet para evitar el adoctrinamiento y su enaltecimiento en la red, agregaron las fuentes.

Esas dos prácticas, resaltó Rajoy ante los jefes de Estado y de Gobierno del G20, ya están tipificadas como delito en España.

De la misma forma, apeló a la cooperación frente a la financiación del terrorismo.

España presidió hasta el mes pasado el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), creado en 1989 por el G7 para impulsar un marco internacional de las normas de prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.