Los jueces rechazan la demanda de “Carlos” de aplazar su proceso en París

El Tribunal de lo Criminal de París rechazó hoy la demanda de la defensa del terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, “Carlos”, para aplazar su proceso en apelación, después de la designación de tres abogados de oficio.

“No hay razón para suspender los debates, que van a continuar normalmente”, señaló el presidente del tribunal, Regis de Jorna, durante la lectura del dictamen de los magistrados, que habían estado deliberando durante una hora y cuarto.

De Jorna justificó la continuación de las audiencias, programadas durante siete semanas, por la “complejidad” de este juicio, cuya planificación ha costado meses de trabajo, y también por la propia actitud de “Carlos” que había prohibido esta misma mañana a sus dos letrados habituales, Francis Vuillemin e Isabelle Coutant-Peyre, que le asistieran.

El presidente puso el acento en que fue Ramírez Sánchez el que pidió que se le nombraran abogados de oficio en sustitución de Vuillemin y Coutant-Peyre, en protesta por la negativa del Gobierno de Venezuela a pagarles por su trabajo.

Añadió que él mismo había avanzado que asumiría su defensa en caso de que esos letrados no pudieran gestionarla.

“Carlos” quiso replicar una vez que De Jorna terminó de leer la decisión de los diez magistrados, pero el presidente se lo impidió, le dijo que le daría la palabra cuando correspondiera y comenzó, según el procedimiento, con la identificación de las partes civiles y con el listado de los testigos que acudirán a declarar.

Los abogados designados de oficio este mediodía habían solicitado un aplazamiento del proceso de “al menos una semana” para poder entrevistarse con su cliente de forma prolongada y acceder a los principales elementos del dossier de instrucción.

Michel Carbon de Sez, uno de esos tres abogados, había justificado esa petición para poder prestar “una asistencia efectiva” a Ramírez Sánchez, que había coincidido con ellos en ese punto.

El acusado aprovechó la ocasión, por otro lado, para insistir en que en el acta de acusación “no hay nada que (le) implique en estos atentados (...), sólo falsificaciones” sobre su presunta responsabilidad en las cuatro acciones que causaron la muerte a once personas y heridas a cerca de dos centenares y por las que fue condenado en primera instancia a cadena perpetua en diciembre de 2011.