La región del Douro portugués, más allá del vino

Bajo la premisa de reflejar el lado más desconocido del Douro portugués, asociado tradicionalmente al vino, más de 40 fotógrafos han retratado durante los últimos tres años los pueblos y gentes de esa región norteña.

Su industria, sus costumbres o la religiosidad de sus habitantes son sólo algunos de los aspectos que ponen de relieve los trabajos fotográficos, que serán divulgados en Portugal en una exposición itinerante y en los que se transmite una mirada poliédrica sobre la comarca, fronteriza con las comunidades españolas de Castilla y León y Galicia.

El proyecto, titulado “Entre márgenes, el Douro en imágenes”, cuenta con el apoyo de fondos comunitarios (1,8 millones de euros); se ha desarrollado entre 2011 y 2013; y culminará en septiembre con la exhibición conjunta de las mas de 600 instantáneas.

Antes de reunirlas todas, estos días se presentan las de este ultimo año en Vila-real, capital de la comarca de Tras os Montes y Alto Douro, al nordeste del país, y en ella coinciden algunos de los trabajos mas espectaculares y significativos, tal y como afirmó el comisario de la iniciativa, Nuno Ricou.

“Dos de los fotógrafos extranjeros invitados estuvieron en la región exactamente los mismos quince días, en Pascua, y mientras uno centró su trabajo en la devoción religiosa, el otro escogió contar la historia de un ritual pagano típico de esta zona”, explicó Ricou en declaraciones a Efe.

El primero de ellos es el brasileño Gil Sibin, quien acompañó a los fieles católicos en sus procesiones, muchas de ellas con destino final en alguna de las pequeñas ermitas localizadas en los montes próximos.

Sus fotos contrastan con las tomadas por el británico Chloe Dewe Mathews, quien cuenta con varios premios internacionales en su haber y cuyo objetivo se dirigió a la tradición de los “Caretos”, unas máscaras esculpidas en madera utilizadas en Carnaval.

El trabajo del británico, sin embargo, no se enmarca dentro de un ambiente festivo, sino en el día a día de los lugareños.

El inquietante resultado muestra a niños, obreros, ancianos y amas de casa con los “Caretos”, tradición que los lugareños cuentan que nació hace decenas de siglos y que llegó a ser prohibida durante la dictadura de Salazar (1926-1974).

“Las instantáneas captadas por estos dos fotógrafos son un buen ejemplo de lo que queríamos conseguir. Pese a coincidir en el tiempo y el lugar, la mirada de cada uno es diferente y dan una imagen muy distinta de la que se suele transmitir de estos pueblos, muy influenciada por el vino”, señaló Ricou.

La iniciativa, promovida por el Museu del Douro, adquiere todavía mayor importancia si se tiene en cuenta las características de la región, lejos del centro político y económico del país (muy concentrado en Lisboa) y con un grave problema crónico de despoblamiento.

En la región de Tras os Montes y Alto Douro viven poco mas de 700.000 personas (Portugal tiene una población de 10,5 millones) después de décadas viendo como buena parte de sus habitantes decidían emigrar.

Buen ejemplo de ello es el municipio de Vila Pouca de Aguiar, donde el Ayuntamiento calcula en un 60 % la proporción de nacidos en el pueblo que ahora mismo vive en el extranjero.

El fenómeno es analizado por el llamado Grupo de Estudios Territoriales del centro universitario luso UTAD, cuyos informes apuntan a que cerca de dos quintas partes del país viven en zonas de baja densidad tanto demográfica como de servicios y bienes fundamentales.

Entre ellas, se encuentra Tras os Montes y Alto Douro, donde actividades culturales de esta envergadura son poco frecuentes.

Además de intentar reactivar la actividad en la región, el propósito de sus promotores es dar a conocer al resto del país y a los turistas extranjeros que a las viñas que salpican sus montes, el idílico paisaje, la grandeza del río Douro y la calidad de sus caldos se suman otros atractivos, hasta ahora ignorados.

Oscar Tomasi