Ricardo Lagos insta a elaborar una nueva Constitución y reemplazar la de Pinochet

El expresidente chileno Ricardo Lagos afirmó hoy que ha llegado el momento de elaborar una nueva Constitución para sustituir la de 1980, instaurada bajo la dictadura de Augusto Pinochet, y de la cual, dijo, se ha beneficiado la derecha.

En una entrevista con Radio Cooperativa, el exmandatario socialista (2000-2006) consideró que la redacción de una nueva Carta Magna ayudaría a cerrar las heridas del golpe de Estado que derrocó al Gobierno de Salvador Allende, del que esta semana se cumplieron 40 años, y de la dictadura militar (1973-1990).

“Me parece que una buena forma de poder entender una mirada para adelante (...) es decir: 'Sentémonos con una hoja en blanco y empecemos a redactar una nueva Constitución'”, señaló.

Lagos instó a los partidos políticos a ponerse de acuerdo para abordar este tema, aunque los representantes de la derecha, en el Gobierno desde 2010, ya han anticipado su rechazo.

“La derecha tiene que entender que no puede seguir profitando (beneficiándose) de la ventaja que le da el partir de una carta constitucional que fue ilegítima en sus orígenes”, sostuvo el expresidente.

La actual Constitución fue aprobada en 1980, en plena dictadura de Pinochet, en un plebiscito que según varias denuncias estuvo plagado de irregularidades.

Desde entonces se han realizado reformas puntuales al texto, la última en 2005, durante el mandato de Lagos, aunque algunos de los artículos más controvertidos siguen vigentes.

Lagos defendió que esa reforma retiró del texto todos los “enclaves autoritarios” menos el sistema electoral binominal y la ley de quórum calificado, que exige un elevado consenso para modificar o derogar algunas leyes en el Congreso.

El exmandatario también comentó la efervescencia política y social que se generó en Chile durante los últimos días con motivo de la conmemoración de los 40 años de la asonada militar.

En su opinión, Chile se atrevió “a mirar con profundidad lo que ocurrió” durante la dictadura, algo que “hasta ahora no había ocurrido”.

Lagos consideró que lo ocurrido el 11 de septiembre de 1973 fue un alzamiento “cívico-militar” porque algunos sectores de la sociedad chilena “empujaron y celebraron” el golpe de Estado.